Si partimos de la bicicleta como primer vehículo de nuestra infancia, en un principio parece como si aprender a manejarla hubiera sido una cosa natural que prácticamente hemos olvidado. Sin embargo, por tratarse de una máquina que utilizamos sobre las vías, aunque se mueva a impulsos de la fuerza que aplicamos a sus pedales, como cualquier las máquina en movimiento, responde a unas leyes físicas inalterables que conocemos como fuerzas.
¿Por qué nos mantenemos sobre una bicicleta en equilibrio? , ¿Por qué el impulso que damos a los pedales la hace avanzar?, ¿Qué fuerzas están actuando giramos o queremos detenerla?
Todos los cuerpos que forman el Universo que nos rodea están compuestas por una sustancia común a la que llamamos materia y al igual que somos capaces de establecer medidas para comparar pesos, estaturas o distancias, utilizamos en concepto de masa como medida de la cantidad de materia que posee un cuerpo. En una comparación sencilla, podemos intuir que si tenemos, por ejemplo, dos esferas de un mismo material y están construidas de la misma manera, si una de ellas es el doble de grande que las otra, contendrá también el doble de materia y consecuentemente, el doble de masa.