Nos ponemos al volante del nuevo Volkswagen Passat, un salto tanto en calidad como tecnológicamente con su antecesor.
Este nuevo Passat nos muestra una imagen más robusta exteriormente y, por qué no decirlo, más agraciado.
Interiormente los cambios son notorios en todos los aspectos, desde un interior muy bien rematado con buenas calidades de materiales al nuevo y muy interesante cuadro de instrumentos completamente digital. Igual al ya usado en el nuevo Audi TT.
Dicho cuadro nos muestra la información mediante una pantalla, en ella se ve las típicas agujas de los cuadros analógicos y en el centro de los mismos el ordenador de a bordo muy configurable, pudiendo mostrar, por ejemplo, el navegador. Muy útil.
El puesto de conducción en este acabado Sport es amplio y cómodo. Con unos asientos en el caso de la unidad probada forrados en piel. Con reglajes eléctricos y calefactados y ventilados. Asientos de alto confort para viajes. El volante multifunción, también forrado en piel, es regulable en altura y profundidad.
Otra de las novedades estrenadas en el Volkswagen Passat es la nueva variante del 2.0 TDI. Con una potencia de 204cv gracias a la ayuda de dos turbocompresores. Es increíble la escalada de potencias que están teniendo los motores poco a poco.
La unidad probada venia dotada del 2.0 TDI en su variante de 150cv en conjunto con el cambio automático DSG de 6 relaciones que sabe sacarle todo el jugo. Con 150cv disponibles y un peso en vacío de 1501kg el Passat se mostró a lo largo de toda la prueba como un vehículo rápido y muy capaz. Lástima que el motor no pueda estirar más de las 4500 revoluciones.