Hace unas semanas nos pusimos a los mandos del que es, hasta la fecha, el Golf GTI más potente de la historia. La unidad que probamos en ese momento venia dotada del fabuloso y rápido cambio automático DSG.
Ahora hemos convivido una semana con otra unidad del GTI Clubsport, en este caso, manual de 6 velocidades.
Las diferencias entre ambas unidades son tan solo el cambio, el DSG más cómodo para el día a día y el tradicional manual para sentir que somos nosotros los que llevamos el control.
En ambos casos las dos versiones son muy prestacionales con una potencia de 265cv extraídos del bloque 2.0 TSI, que durante 10 segundos produce un overboost que aumenta la potencia total hasta unos nada despreciables 290cv. Listos para dejarnos pegados al asiento en cada solicitud de potencia al motor.
Hemos notado ciertas diferencias entre las dos unidades probadas que nos han llamado la atención, si bien la unidad manual venia equipada con mejores neumáticos; Michelin Sport Cup 2, que la unidad con cambio DSG que llevaba Pirelli PZero, siendo también muy buenas pero no llegando al nivel de agarre, sobre todo en seco de las Sport Cup 2, que son unos neumáticos homologados para carretera pero más para circuito.
Sin duda con estos neumáticos la unidad manual nos ofreció un nivel más alto dinámicamente, siendo mayor su adherencia y aguante en tramos muy virados.
Pero no solo fue eso lo que notamos, los consumos del 2.0 TSI a pesar de una potencia cercana a los 300cv son verdaderamente contenidos, más de lo esperado.
En el caso de la unidad con DSG cabría esperar que, con el modo ECO activado los consumos fueran inferiores a los de la unidad manual, pues nada más lejos de la realidad, la diferencia entre ambas unidades podía ser en ocasiones de hasta un litro a favor de la unidad manual. Siendo está claramente más contundente en aceleraciones y en la manera de ganar velocidad. No pareció que la unidad que es objeto de esta prueba funciona mucho mejor que la equipada con DSG, mejores consumos, mejores prestaciones y un tacto muy GTI.
Seguramente si comparáramos ambas unidades contra el crono arrojarían unos datos muy similares, pera las sensaciones son las que nos permitieron declinarnos por la unidad manual.
El GTI Clubsport la versión más potente hasta la fecha del mítico Golf GTI, y no hablamos de un GTI normal, hablamos de la versión Clubsport que da vida a la versión 40 aniversario del Golf GTI.
El GTI Clubsport no es una versión normal, está animado por el mismo motor 2.0 TSI, solo que en esta versión la potencia es de 265cv y puede llegar a los 290cv en un intervalo de 10 segundos gracias al overboost.
Externamente el GTI Clubsport es fácilmente diferenciable del GTI normal y el GTI Performance de la caja VII del Golf. Se han modificado partes fundamentales como unas mayores entradas de aire laterales para una mejor y mayor refrigeración a los frenos. También hacia radiadores e intercooler. Este es de mayor tamaño.
La salida de los escapes son de mayor tamaño y que proyectan un bonito sonido grave que entre cambios se vuelve un sonoro petardeo.
Las llantas de diseño exclusivo son de 19” que abrazan unos poderosos y eficaces frenos de disco en ambos ejes. El equipo es el mismo que utiliza la versión Performance del GTI de 230cv.
Existen más modificaciones como las pegatinas laterales que nos hacen saber que estamos ante un Clubsport o las taloneras específicas. A pesar de que el GTI Clubsport está basado en el GTI del 2013 las diferencias son notables tanto estéticamente como mecánicamente.
A nivel mecánico el motor es un bloque de 2 litros de cilindrada y 265cv, el mismo que utilizó el Seat León Cupra en su anterior generación. El motor en modo normal hace uso de los 265cv que ya son más que suficientes para cualquier tipo de uso, adelantar es coser y cantar.
Pero si queremos saber de lo que es capaz esta versión más deportiva denominada Clubsport tan solo tendrás que activar el modo Sport, todo se vuelve más directo, sonoro y deportivo.
La potencia entra con mayor virulencia y se nota con creces el ascenso de la potencia de los 265cv hasta los 290cv. A pesar de que tan solo son 10 segundos en los que el motor da su máxima potencia, en conducción deportiva y exigiendo la máxima capacidad de aceleración al motor no notamos que los 290cv dejaran de estar presentes en ningún momento.
Nos ha gustado el modo en que se entrega la potencia, con energía desde bajo régimen y demoledora desde medio y alto régimen. No muriendo antes de las 6000 revoluciones, es un motor muy elástico y fácilmente utilizable con un marcado carácter turbo que a la vez lo hace muy dosificable y manejable.
Gracias a los diferentes modos de uso podemos disponer de varios tipos de coche en uno solo. El modo Sport como es natural exprime al máximo las altas cualidades de esta versión especial. Los otros modos como el normal o confort permiten viajar relajadamente sin ningún tipo de perdida en las prestaciones y el modo ECO permite el mayor ahorro de carburante con una pequeña merma en las prestaciones. Que tras probarlo varias veces y con varios kilómetros realizados nos pareció que, a pesar de restarle potencia, seguía siendo suficientemente potente como para desenvolverse con mucha rapidez en adelantamientos.
Interiormente el GTI Clubsport presenta pocas diferencias con sus hermanos GTI de la gama, tan solo nos llama unos asientos deportivos con un tejido diferente. Igual de agradables que los de un GTI normal o el GTI Performance que probamos hace unas semanas.
Llama y mucho la atención el volante por la piel vuelta, es muy agradable al tacto, tanto en invierno como en verano y proporciona un mejor agarre a mano descubierta o con guantes.
Da muy buena presencia visual y al tacto directamente enamora.
Por lo demás, el GTI Clubsport comparte todo lo bueno de una versión GTI normal; es amplio por dentro y bien resuelto con buenas acabados y materiales.
Hace justo unas semanas probamos por última vez a modo de despedida el Volkswagen Golf GTI VII Performance sabiendo que el nuevo GTI está ya siendo comercializado con mayor potencia, mejores consumos y completamente renovado.
A pesar de ello el GTI Performance que probamos, como todos los GTI, siempre te deja huella en el corazón. Estuvimos conviviendo con una unidad que estaba prácticamente de estreno, muy pocos kilómetros y en pleno rodaje. Nos arrojó unos altos consumos por estar justamente en periodo de rodaje. Las prestaciones, los 230cv, estaban disponibles desde el minuto uno.
Si comparamos el GTI Performance con el GTI Clubsport las diferencias no son solo visuales a favor de este último, sino también a nivel mecánico, a pesar de llevar el mismo motor no son exactamente iguales. El Clubsport monta un turbo de mayor tamaño y el motor viene especialmente reforzado para soportar los 290cv.
En el caso del GTI Performance la potencia máxima son 230cv, suficientes para cualquier mortal. Pero no dispone de la opción overboost que aumenta durante un tiempo determinado la potencia máxima del motor. Lo que si comparten es el autoblocante mecánico y el equipo de frenos.
Las diferencias a nivel dinámico, sobre todo a nivel de potencia son muy notorias, no en vano la diferencia de potencia es de más de 50cv a favor del Clubsport si se hace uso del modo Sport.
Existe una versión llamada Clubsport S de mayor potencia, 310cv, de la cual solo se han fabricado 400 unidades siendo esta una versión muy limitada y difícil de conseguir.
En España aún quedan unidades del Clubsport para ser compradas de las 290 fabricadas, es un coche que con el tiempo se revalorizara sin lugar a dudas.