Con este caluroso verano que estamos sufriendo, lo mejor es ponerse al volante de un vehículo cabrio y disfrutar de la libertad que otorga el ir descapotado.
Para esta prueba hemos dispuesto de una unidad del nuevo Volkswagen Beetle Cabrio, con mecánica TDI de 2.0 litros y una potencia resultante de 150cv. Que en conjunto con el archiconocido cambio automático DSG de 6 velocidades incrementa aún más la sensación de confort y libertad.
Con anterioridad ya han pasado por nuestra redacción dos unidades del actual Beetle de Volkswagen, con motor 1.6 TDI de 105cv y, con el 1.4 TSI de 160cv. En ambos caso el funcionamiento fue bueno, con correctas prestaciones y bajos consumos.
La unidad probada venia dotada del kit R-Line, que le proporciona un aspecto más deportivo, con llantas y neumáticos más grandes, suspensión más enérgica. Asientos específicos.
Externamente el kit R-Line se deja notar, sobre todo, en las llantas específicas para este acabado.
El Beetle cabrio dispone de capota de lona, que se descapota en pocos segundos. Y no quita espacio útil al maletero. También se puede capotar y descapotar en marcha a baja velocidad.
Con el vehículo capotado la insonorización es francamente buena, tratándose de una capota de lona.