Ponemos a prueba esta semana el nuevo compacto familiar de la marca del león. En esta toma de contacto hemos probado durante una semana el 308 SW en su acabado intermedio, el Active. Con múltiples extras muy interesantes. Peugeot, dentro del 308 SW ha suprimido la botonería inútil y excesiva que, casi siempre hace que a la hora de interaccionar con dispositivos como el climatizador o la radio sea complicado. En el caso del nuevo 308 SW todo queda reunido en una pantalla de uso táctil. Dónde con una sola pulsación en los menús laterales accederemos a las diferentes secciones. Desde radio, climatizador, navegador si lo hubiera a opciones del vehículo y configuraciones varias.
Si bien es un gran acierto por parte de Peugeot centralizar todo en un sistema multimedia, pero, para gente poco ducha en las tecnologías es más complicado entenderse con estos nuevos sistemas. Estuvimos realizando varias pruebas y la verdad es que es bastante intuitivo de usar y no presenta equivocaciones. La pantalla es de uso táctil “resistiva”, es decir, que al pulsar sobre ella se deben juntar dos pantallas internamente para hacer contacto. No es como, por ejemplo el sistema de los Smartphone actuales, que es capacitiva.
En la resistiva se nota un leve retraso entre tocar la pantalla y en ésta aparecer lo marcado. Eso sí, nos permitirá poderla tocar con guantes. En las capacitivas es imposible, a no ser que los guantes estén preparados para ello. Gracias a esta pantalla el salpicadero queda más limpio. Con menos botonería de por medio.
El volante sigue los pasos del Peugeot 208, de pequeño tamaño, es fácil acostumbrarse a él. Sobre todo si hacemos mucho uso del coche en ámbito urbano. Donde más notaremos diferencias con uno “normal” es a la hora de realizar maniobras. Muy cómodo.
La dirección peca de estar demasiado asistida. Lo asientos de la unidad probada, como podréis ver en la galería de fotos son los del acabado active, cuentan con una buena sujeción lateral. La banqueta es demasiado corta para nuestro gusto.