Esta semana os traemos la prueba del nuevo Mazda3 SportSedan, Se trata de un vehículo completamente nuevo en comparación su antecesor.
Hemos podido disponer y disfrutar al volante de una unidad dotada del motor diésel 2.2 CRTD de 150cv. En acabado Luxury, el más alto del modelo.
Exteriormente el Mazda3 SportSedan ha ganado en empaque, su nuevo diseño está muy logrado, es un vehículo que difícilmente disgusta al público. Crece en dimensiones y en habitabilidad.
Interiormente, el salpicadero a pesar de ser todo nuevo diseño, sigue mostrándonos unos diseños sobrios y de buena calidad. Con poca botonería de por medio. Cuenta con una buena pantalla multimedia en la parte superior del salpicadero. Con ella, y mediante el joystick alojado al lado de la palanca de freno de mano, podremos interactuar con las múltiples posibilidades que nos permite. Su uso es muy intuitivo y sencillo.
Los asientos de la versión probada permiten una conducción relajada, son cómodos y sujetan correctamente el cuerpo.
El volante forrado en piel como el freno de mano o la palanca de cambios, dispone de botones integrados para el uso de la pantalla multimedia. O el ordenador de a bordo.
Éste último con mucha y buena información. El cuadro de instrumentos proporciona la información justa y necesaria. Ni más ni menos. Se echa en falta un marcador de temperatura del refrigerante del motor. El aviso que sale cuando está el motor frio o muy caliente es, a todas luces, insuficiente. El motor 2.2 CRTD de 150cv cuenta con la tecnología Skyactiv-D, permitiendo unos consumos y emisiones menores.