Probamos uno de los vehículos más interesantes del actual mercado español y también muy esperado. Hablamos del Ford Mustang en su versión Fastback, es un vehículo mítico de origen estadounidense que llevan en venta desde 1964 hasta la actualidad. A España han llegado dos versiones de carrocería, Fastback (Coupé) que es la que hemos probado y Convertible que es el descapotable.
En cuanto a mecánica, en nuestro país, el acceso a la gama es por parte del nuevo motor de 2.3 litros con tecnología Ecoboost y turbo alimentación que desarrolla una potencia máxima de 317cv. Por encima del 2.3 Ecoboost y como tope de gama se encuentra el V8 de 5 litros y una potencia de 421cv. En ambos motores se puede asociar una caja de cambios manual de 6 relaciones o una automática de 6 también.
Externamente el Ford Mustang es un vehículo que no pasa desapercibido para todo tipo de públicos, a lo largo de los días de prueba han sido innumerable las veces qué, a nuestro paso, se han girado para verlo, comentar e incluso fotografiarlo. Y, también, estando estacionado, llama poderosamente la atención.
Si bien, es un vehículo aun poco visto por nuestras calles y carreteras. Es difícil ver uno y los pocos que se ven actualmente o son de importación o son unidades de prensa. Es ahora cuando las primeras unidades pedidas por sus clientes el pasado año 2015 se están empezando a entregar. Por ello se le puede considerar un vehículo muy exclusivo.
Nuestra unidad en un bonito color blanco y llantas de color negro, en versión Fastback, venía equipado con el motor de acceso a la gama, el 2.3 Ecoboost de 317cv. He llegado a escuchar y me han comentado de primera mano compañeros de profesión que con este motor de 4 cilindros turbo no se puede considerar al Mustang un deportivo.
Si hacemos memoria el Mustang II que inició su andadura en 1974, tuvo como mecánica de acceso un motor de cuatro cilindros en línea, naturalmente fue muy criticado ya que la generación anterior, la primigenia, dispuso de motores de gran cubicaje y potencia. Pero justo coincidió con la crisis del petróleo (Peak Oil) y el Mustang II tuvo que dar paso a mecánicas más austeras de menor consumo y potencia. Pero no todo fue malo en el Mustang II, los interiores mejoraron notoriamente y fue el primero en comenzar a hacer uso de la insignia “5.0” en el lateral en 1978 con el modelo “King Cobra”.
Volviendo al presente, el actual Mustang de nuevo introduce una mecánica de 4 cilindros en línea en su deportivo. En esta ocasión el pequeño 2.3 con tecnología Ecoboost es turbo y su potencia de 317cv dista mucho de mostrarnos que es un vehículo lento. Si bien no podemos pretender que su andar y, sobre todo su sonido, sea equivalente al del poderoso V8 de 5 litros que equipa el GT.
Pero os puedo asegurar que el 2.3 Ecoboost no defrauda, es un vehículo prestacionalmente hablando rápido sus cifras así lo atestiguan. Completa el 0 a 100km/h en 5,8 segundos con una velocidad máxima de 234km/h. Por ejemplo un Volkswagen Golf R con 300cv es más rápido en el 0 a 100km/h, 5,1 segundos, pero éste es tracción total y su peso en vacío es notablemente menor.
El motor “pequeño” del Mustang empuja bien desde bajas vueltas, pero es superadas las 3000 revoluciones donde da lo mejor de sí. Nos ha gustado su modo de entregar la potencia y con la vitalidad que sube de vueltas hasta el corte de inyección.
Curiosamente a lo largo de la prueba nos pareció como el Mustang con el motor Ecoboost tiene dos caras, la del uso diario, un motor tranquilo pero prestacional que si le demandas potencia te la entrega sin miramientos. Y la otra cara la de un motor con rabia en la parte media y alta del tacómetro. Que pasadas las 3000 rpm en adelante empuja con fuerza y sobre pasadas las 5000 el empuje se hace más notorio cambiando incluso el sonido del motor hasta llegar a las casi 7000 vueltas.
El sonido del motor, por lo menor el percibido desde dentro es francamente bueno, si bien sabemos que parte del mismo es artificial y sale por los altavoces del equipo multimedia, no nos ha parecido un sonido malo o que no invite a pisar el acelerador.
Desde fuera el sonido no es gran cosa, no podemos esperar un sonido excesivamente racing del motor o del escape de serie. Ahora bien, no suena nada mal para tratarse de una mecánica turbo. Y si no como ejemplo más cercano está el Ford Focus RS con idéntico motor y algunas modificaciones tiene un sonido tremendamente conseguido y adictivo.
El precio del Ford Mustang, sobre todo en la versión que hemos probado pude llegar a sorprender, no es caro para lo que ofrece, parte desde los 39500 euros pero siempre, y dependiendo de los descuentos y promociones puede ser más barato.
Es, actualmente, uno de los deportivos por potencia más barato. Difícilmente encontraras otro vehículo que supere los 300cv por menos dinero y con la historia que tiene el Mustang detrás.
Interiormente se trata de un vehículo Coupé 2+2, las plazas delanteras son de buen tamaño y anchura. Los asientos forrados en piel son calefactables y ventilados con aire acondicionado. Muy útil para el verano. Las plazas traseras son testimoniales, tanto por anchura como por altura. Una persona alta dará directamente en la luna trasera o en el techo.
El puesto de conducción es bajo, normal en un coche así. El morro se deja ver largo y casi interminable desde el puesto de mando. Es fácil hacerse al puesto de conducción en poco tiempo, los asientos que son regulables y a su vez también el volante facilitan en la tarea. Las medidas del Mustang, cercano a los 4,8 metros de longitud y casi 2 metros de ancho no son un problema a la hora de adentrarnos en la ciudad.
No nos han terminado de gustar el aspecto y tacto de algunos materiales del interior. Como plásticos duros en partes visibles altas de las puertas o plásticos gomosos haciéndose pasar por piel en la parte alta del salpicadero.