Hace ahora casi justo un año, nos pusimos a los mandos del Ford Focus ST. En aquel entonces ya llevaba en venta casi un año, con buena acogida por parte del público.
El 2.0 Turbo Ecoboost permite una simbiosis perfecta con el Focus ST. Es un motor prestacional, con buen empuje, que no desfallece pasadas las 6000 revoluciones.
Y, con unos bajos consumos teniendo en cuenta que produce una potencia de 250 contundentes cv. Si comparamos este 2.0T Ecoboost con el más que conocido 2.0TSI/TFSI, el consumo es, casi, un litro mayor en el propulsor de Ford.
Ahora bien, no es tampoco algo determinante, a lo largo de la prueba realizamos consumos de poco más de 7 litros a los 100 km recorridos. Y sin esforzarnos en bajar consumo.
En una conducción más decidida, que no radical. Y abusando de la máxima aceleración del propulsor en alguna ocasión los consumos superan los 9 litros de media.
El Ford Focus ST, como toda la gama del Focus ha sufrido un lavado de cara tanto externo como interno. Modernizándolo.
Cambios en los grupos ópticos, en el cuadro de instrumentos, climatizador, pantalla multimedia.
Son cambios sutiles pero interesantes. Sobre todo la actualización del sistema multimedia.
El Ford Focus ST es el escalón inferior del ya presentado Focus RS, dotado del nuevo 2.3 Ecoboost de 350cv. 100cv más que el ST, que si ya de por sí es un vehículo rápido, el RS sin duda será rápido y efectivo. Gracias a la tracción total. Que permitirá sacarle todo el juego al nuevo motor.
El ST es un coche divertido de conducir que permite hacer uso de diario de él. A pesar de sus reglajes deportivos en bastidor y suspensión no resulta especialmente incomodo en el uso día a día.