Probamos esta semana el Ford B-Max con GLP. Ford, dentro de su gama de modelos, dispone de versiones que de serie pueden hacer uso del GLP. Combustible que por su menor precio (0,75 €/litro) es muy interesante para vehículos como este pequeño monovolumen. No solo el B-Max se beneficia de la tecnología necesaria para poder usar GLP. El Ford Fiesta y su hermano mayor el Focus también pueden hacer uso de este carburante. En el caso del Ford Fiesta el motor es el mismo que el de la B-Max, se trata de un motor ya vetusto pero muy probado y fiable. Un 1.4 Duratec que produce una potencia de 86cv. Este motor es atmosférico. En el caso del Focus, se recurre al conocido 1.6 Ti-VCT. También atmosférico. Ambos motores están más que probados y su fiabilidad es intachable. Ford ha querido ir sobre seguro. Porque seguramente más de uno se preguntará ¿Por qué Ford no ha escogido el 1.0 EcoBoost para su uso con GLP? Seguramente sería más prestacional y con menor consumo, no debemos olvidar que si hacemos uso del GLP, en comparación con la gasolina el consumo es mayor. Por lo menos unos 2 litros superior. Eso sí, sin perdidas de potencia de ningún tipo.
El B-Max probado con el 1.4 Duratec nos pareció un vehículo ideal para un ámbito casi exclusivo urbano. Donde el uso del GLP es muy interesante. Una de las pegas principales de este pequeño B-Max es su poca potencia. Los 86cv sobre el papel pueden parecer suficientes, y así lo es si somos personas muy tranquilas conduciendo. El 1.4 Duratec dispone de buenos bajos, pero para sacarle el máximo jugo a la mecánica hay que lindar con la zona cercana al corte de inyección. Apurando todas y cada una de las marchas si queremos sentir los 86cv disponibles. En ciudad no es necesario, se desenvuelve muy correctamente. Pero una vez salimos a carretera abierta se deja notar esta falta de carácter en el propulsor. Y no es por hacer uso del GLP, con gasolina las prestaciones son exactamente las mismas. A la hora de mantener una velocidad, como son los 120 km/h en autovía o autopista no tendremos problemas. Lo “problemático” viene en vías nacionales. Donde más de una vez nos tocará reducir a cuarta e incluso tercera para subir un repecho. Por encima de las 3000 revoluciones aguanta bien. A la hora de adelantar un vehículo lento hay que pensarlo mucho, la pobre aceleración del motor puede dejarnos vendidos en pleno adelantamiento. Aprovechando la inercia y si es en bajada no tendremos problemas. Está claro que este B-Max por GLP está pensado para un uso muy urbano.
Externamente el B-Max guarda relación con el C-Max. Son parecidos, siguen la misma línea. El B-Max es un monovolumen de poco más de 4 metros de longitud. Muy espacioso por dentro y con buen maletero. Una de sus grandes bazas es el sistema de puertas correderas para el acceso a las plazas traseras. Dando una amplitud total para salir y entra del vehículo. Ideal para uso con niños.
El Interior del B-Max es sencillo, todo queda en su sitio. Buenos acabado y materiales.
El puesto de conducción es cómodo y fácilmente encontraremos la posición ideal. El volante es regulable en altura y profundidad.