En este inicio del nuevo año 2016, y dándole las gracias a Opel España por cedernos durante casi dos semanas el nuevo Opel KARL, hemos realizado una breve pero interesante prueba de consumos del que es el pequeño de la familia.
El Opel KARL es hoy día un desconocido dentro del mundo del automóvil, su reciente aparición y que el Opel ADAM le resta muchas ventas lo tienen en un letargo comercial del que poco a poco está saliendo.
A lo largo de la prueba nos encontramos algún gemelo del Opel KARL, mismo y color y, por fuerza, mismo motor. Ya que, queramos o no, el Opel KARL solo está disponible con una mecánica tricilindrica de un litro de cilindrada atmosférico, con una potencia resultante de 75cv.
Utiliza el mismo motor que su hermano de gama el Adam, solo que sin turbo alimentar. Y os aseguro que se echa en falta ese plus de potencia. Eso sí, dentro de lo que se considera su uso natural, la ciudad, su comportamiento no tiene reproche alguno.
Se le puede considerar un vehículo amplio, siendo más grande que el Opel ADAM y más polivalente por contar con cinco puertas. El maletero se puede considerar como testimonial.
En casi las dos semanas que tuvimos en nuestro poder el KARL le dimos todo uso, es decir, no limitamos su conducción al ámbito urbano, si no que nos movimos por autovía e incluso carretera convencional con sus puertos, saliendo de la comunidad de Madrid.
Recogimos el Opel KARL con el depósito completamente lleno, marcando una autonomía disponible de 572 km, con un consumo medio de 5,2 litros y un kilometraje total de 7531 KM.
El uso del primer día fue de 140 km, en los que se hizo ciudad, carretera y autovía. La verdad que un depósito de tan sólo 31 litros es relativamente fácil superar los 500 km de autonomía.
El 1.0 de 75cv es un motor poco sediento de combustible, con unas prestaciones correctas dentro de ciudad, pero, en ocasiones y sobre todo si vamos cargados, insuficientes en carretera nacional. Si se viaja sólo y se sabe lo que se lleva los 75cv son muy aprovechables.
Día 2: Revisión de presiones de neumáticos.
Al día siguiente y ojeando el manual el día anterior, y haciendo uso del medidor de presiones que el propio Opel KARL incorpora de serie, vimos que los neumáticos tenían presiones diferentes, sobre todo en el eje delantero, con una diferencia notable de un neumático a otro. Como íbamos a realizar un viaje con adultos y maletero lleno hicimos uso de las presiones “ECO” que figuran en el manual.
Que, supuestamente harán bajar los consumos por un menor rozamiento de los neumáticos con el asfalto. Inflando los neumáticos opcionales en nuestro KARL de medida 185/55/15” en 2,7 bares de presión delante y 2,3 detrás. Demasiada presión para nuestro gusto, pero había que probar si ciertamente mejoraban los consumos. Nuestra media en dicho instante seguía en unos tímidos 5,2 litros a los 100km recorridos.
Al día siguiente…
Emprendimos el pequeño viaje hacia la provincia de Castilla y León, concretamente hacia su provincia Ávila, que queda cerquita de Madrid. Podríamos haber ido por la A-6 pero decidimos usar la conocida M-505 y atravesar el puerto de Galapagar y, después el de la Cruz Verde. Donde el KARL nos mostros sus limitaciones de primera mano.
Teniendo que hacer un buen uso de la potencia del motor y de la caja de cambios estirando sin dilación las marchas para ganar velocidad o, dependiendo de la vía mantenerla. Recordar que dentro del vehículo viajábamos 3 adultos y su equipaje.
El Opel KARL es muy sensible al incremento de peso, su conductor rápidamente lo notara en una merma de prestaciones y cada CV cuenta en el KARL.
Llegado a nuestro destino y tras subir de unos 650 metros de altitud a unos casi 1300 metros el Opel KARL, naturalmente, subió la media de consumo, rondando los 5,5 litros a los 100 km recorridos. Marcando el deposito un poco menos de ¾ del total.
Habiendo recorrido desde que salió de Opel más de 300 km.
Los siguientes días su uso fue tan sólo urbano, con pocos kilómetros realizados, desplazamientos cortos y con motor frio, donde cualquier vehículo en dichas circunstancias es cuanto más gasta. Los kilómetros se sucedían y toco volver a Madrid, por suerte todo es bajada y aunque con bastante tráfico por las Navidades se podían mantener buenos ritmos, tan solo al llegar a Madrid hubo que, obligatoriamente, parar por los innumerables atascos. La media se situó en 5,4 litros a los 100km recorridos. Y con cerca de 450km desde la salida de Opel decidimos pasar por la gasolinera y echar tan solo 20 euros. Unos 16 litros aproximadamente.
De marcar un cuarto de depósito a ¾. Con una autonomía de más de 400 km. El depósito del KARL es muy agradecido en este sentido, al ser pequeño se llena con poco dinero y le mejor, que cunde mucho. Los 20 euros que echamos nos duraron más de 350 km realizando una conducción normal. Donde de nuevo repostamos, esta vez fueron 10 euros. Y de mismo modo la autonomía subió notablemente.
“Con 10 euros se pueden hacer, si nos lo proponemos, más de 150km”
Al término de la prueba cerca de los 1000 km realizados el consumo seguía en unos inamovibles 5,4 litros a los 100km, habiendo hecho mucha ciudad, con atascos, carretera exigiéndole su máxima capacidad de aceleración y autopista/autovía.
Claramente el Opel KARL es un vehículo urbanita, pero no por ello está obligado a no salir de la misma. Lo dicho, sabiendo lo que se tiene entre manos, su potencia, peso, capacidad de frenada y paso por curva es apto para realizar viajes cortos.