Recientemente nos hemos puesto al volante del ya conocido Mazda CX-3, el cual hace poco más de un año probamos con motor gasolina y tecnología Skyactiv.
Con el motor 2.0 Skyactiv-G de 150cv el Mazda CX-3 como es de esperar se mueve con alta soltura y goza de unas más que aceptables prestaciones.
El 2.0 Skyactiv-G es de los pocos propulsores que aun hoy día sigue siendo de aspiración natural, es decir, no está turbo alimentado. Su manera de conducir es completamente diferente a la que sería con un motor dotado de turbocompresor.
El 2.0 Skyactiv-G requiere un buen uso de las marchas y, si queremos sacar su máximo potencial es imperativo estirar las marchas hasta casi la zona roja del tacómetro. De otro modo no obtendremos la potencia máxima.
En el caso del pequeño motor 1.5D probado en la versión objeto de esta prueba es obvio que no tiene comparación con su hermano de gasolina.
El 1.5D dispone de 105cv de potencia máxima que tienen que mover un conjunto que pesa 1275kg, realizando el 0 a 100km/h en tan solo 10,1 segundos. En la práctica se muestra como un motor bastante rápido y con unos buenos bajos y medios, siendo en altos, como en la mayoría de los diésel donde mueren.
A pesar de disponer de “solo” 105cv se mueve con mucha soltura y permite todo tipo de conducción. Inclusive la más enérgica, su bastidor y el buen empuje del motor animan a ello.
Nos ha sorprendido gratamente el sonido del motor, para ser diésel es bastante silencioso, tanto a ralentí como en marcha y desde dentro es verdaderamente muy silencioso.
Mazda ha trabajado mucho este aspecto eliminando las frecuencias más molestas que produce el motor como son la de 3,5 kHz que es la más molesta para los pasajeros.
- Natural Sound Smoother: suprime la detonación del motor diésel en la banda de 3,5 kHz, la más molesta para los ocupantes del coche.
- Natural Sound Frequency Control: neutraliza otras bandas de frecuencia de vibración críticas del motor diésel.
La unidad probada venia equipada con el acabado Luxury que de por sí ya dispone de un alto equipamiento como son:
- Faros Full LED (incluidos antiniebla delanteros y luces traseras)
- Head Up Display en color
- Tapicería mixta tela/cuero
- Navegador
- Cámara de visión trasera
- Sistema de audio premium BOSE con 7 altavoces
- Radio digital DAB
- Acceso inteligente sin llave
- Sensor de lluvia y luces
- Faldones laterales con moldura cromada
- Levas de cambio en el volante (con cambio automático)
- Llantas de aleación de 18”
Y en el caso de nuestra unidad también se añadían los packs White y Travel que disponen de las siguientes opciones:
Pack White
- Tapicería de cuero blanco
- Asientos delanteros calefactados
Pack Travel
- Control de ángulo muerto (BSM) y Alerta de tráfico trasera (RCTA)
- Sistema de iluminación direccional (AFLS)
- Control de luces de largo alcance (HBC)
- Control de crucero adaptativo (MRCC) y Frenada de emergencia (SBS)
- Sistema de asistencia a la frenada en ciudad trasero (R-SCBS)
- Detector de fatiga
- Reconocimiento de señales
Sin duda con todo este equipamiento visualmente la unidad probada era muy vistosa y con una alta dotación en sistemas multimedia y de seguridad.
A lo largo de la semana que convivimos con el Mazda CX-3, al margen de diseño, tamaño, prestaciones o aptitudes todo terreno entre otros, nos convenció el bajísimo consumo de carburante en todo tipo de conducción, se puede realizar una conducción normal y obtener medias de 5 litros a los 100 como obtuvimos nosotros en varios cientos de kilómetros.
Realizando una conducción más enérgica los consumos si bien suben como es natural no son nada del otro mundo, pudiendo aumentar en un litro o litro y medio.
Interiormente el Mazda CX-3 mantiene la línea de la gama, con un salpicadero muy parecido al que nos podemos encontrar en un Mazda3 o un Mazda6. Naturalmente con cambios.
Nuestra unidad venia dotada de una gran cantidad de extras, entre ellos se encontraba el navegador. Que está situado en la parte central del salpicadero y con una excelente pantalla. La mayor parte de la botonería se encuentra en la parte central del salpicadero. Su manejo es fácil e intuitivo. Nos permite ver el botón que buscamos de un simple vistazo.
Los asientos forrados en piel cuentan con regulación eléctrica y son calefactados. Sujetan muy bien el cuerpo y no cansan para realizar viajes largos.