Después del Hispano Suiza de los años treinta, ningún otro coche fabricado en España permanece en el recuerdo de muchos españoles como el SEAT 600.
Creo que fue a mediados de los sesenta cuando, después de trabajar durante unos años por cuenta ajena, emprendí mi primer negocio. Autos Costa Verde -Verde es mi segundo apellido.
Era uno de los pocos negocios que por aquellos años empezó a dedicarse al alquiler sin conductor. Si no recuerdo mal, sólo existía ATESA que era del Estado.
Solicité de SEAT los primeros diez y ocho 600 y, para empezar, tuve que esperar casi dos años para que empresa gestionada por militares “me hiciese el favor de vendérmelos”, todos modelos ND descapotables. “Lo tomas o lo dejas”
Cuando por fin me entregaros las primeras unidades, lo primero fue rodarlos y tuve que hacerme miles de kilómetros sin apenas descanso.
Pasados unos años, fui concesionario de la marca y mi relación con el 600 continuó. Recibía como cupo dos unidades al mes y mi problema era adjudicarlos, cuando se pagaban a más del doble del precio oficial.
Aquella empresa “manu militari” que pagaba de comisión 2.600 pesetas por coche vendido, tuvo en sus manos la fabricación de un coche totalmente español, pero la mala administración y la soberbia lo hicieron imposible.
Pese a todo, el 600 sobrevivió en manos de FIAT, y cuando han pasado sesenta años, el pequeño y bravo 600 perdura en la memoria de muchos españoles.