El problema es tan arduo y complejo para la FIA, en el caso del pretendido espionaje de Mclaren, que personalmente no creo que el Consejo Mundial adopte decisión alguna el próximo jueves en París. Tampoco creo que la posible implicación de Alonso y de la Rosa, acaben por tener importancia alguna.
Lo más probable es que se produzca una apelación de Mclaren y que el asunto se decida finalmente al final del campeonato de la presente temporada. Por una parte, están en juego la buena imagen del deporte pero, por otra, los enormes intereses de las partes afectadas y de los patrocinadores sin cuyo concurso económico la complicada estructura creada por ese genio de los negocios que es Bernie Ecclestone, se vendría abajo. En cualquier caso, el británico tiene mucho que decir a la hora de tomarse una decisión de tanta envergadura. ¿ De donde provienen los ingresos gracias a los cuales la FIA logra disfrutar de tan buena salud ?.
La exclusión de uno los principales animadores del espectáculo me resulta impensable, estoy por apostar que todo, al final, se quedará en una cantidad de dólares y poco más, al menos, hasta la fecha, siempre ha sido así y sólo los equipos más modestos han recibido siempre las sanciones más fuertes.
Paco Costas