AMANDA, CUENTO
Anochecía, se hacía tarde, Amanda arrojó su ropa en la maleta de forma precipitada. Tenía que avisar a sus padres que, como todas las Navidades, la esperaban impacientes, pero decidió que lo haría durante el viaje. Cerró la maleta, bajó corriendo la escalera, se sentó al volante, y enfiló la carretera. Había recorrido un centenar de Kilómetros y recordó que tenía que llamar, cogió el móvil…
– ¡Si mamá!, soy yo…. ¡ ¡Ya estoy en camino…! ¡No preocuparos…!
Mientras hablaba, conducía con una sola mano. A la salida de una curva, unos potentes faros la deslumbraron…
¡Amanda!…¡Amanda!… ¡Contesta! ¿Estás ahí…? ¡Amanda…!
Paco Costas