El precio del crudo está cayendo y en España seguimos pagando el combustible por encima del euro. En el caso de que al Gobierno no le dé por subirlo más, como hace siempre durante los periodos de vacaciones, podría adoptar otra política.
Del precio que pagamos, el Estado se lleca el 55%. ¿Hacienda precisa recaudar impuestos para hacer frente a sus necesidades? Suena lógico si no se malgastase tanto. Pero dando esto por inevitable, quizás lo inteligente sería que el precio al consumidor bajase de la barrera del euro.
Millones de españoles comienzan sus vacaciones en unos días, y muchos de ellos ajustan sus presupuestos valorando el total de lo que pueden gastarse incluyendo el precio del combustible que obliga al ahorro y limita el deseo de emprender viajes más lejanos.
Si el Estado adoptase como medida obligatoria que el precio no supere el euro, a mayor consumo, mayor recaudación para Hacienda.
Pero no siempre su política es la que más contenta a los ciudadanos y, para empezar, en cada autonomía los expendedores establecen precios diferentes y no siempre los más baratos.
Según aseguran ahora algunos políticos, “España es una nación de naciones”, quizás por eso cada una de estas pretendidas naciones pone los precios que le da la gana, mientras el gobierno central es cada vez más débil.