En los cursos teóricos que impartimos en la escuela de conducción de CEA, entre otras cosas, tanto yo como los monitores durante el inicio de las prácticas, ponemos un énfasis especial sobre la importancia que tiene la regulación en altura y distancia de los cabeceros. Por sus expresiones, en la mayoría de los casos, resulta muy curioso comprobar que, el ajuste de esta importante medida de seguridad, se considera secundaria.
Creo por tanto de vital importancia hacer llegar a los conductores o pasajeros lectores que basta recibir un impacto trasero a 20 Km/h para sufrir una seria lesión medular. Este dato es puramente estadístico y fuera de toda posible duda. Como todo el mundo sabe, la fuerza de la aceleración se mide en G’s (aceleración de la gravedad de la Tierra).
Un conductor sometido a 2 veces esta fuerza (2 G’s) multiplica por dos su peso y así sucesivamente. Aunque la tolerancia varía de una persona a otra, baste con saber que, en el caso de un alcance por detrás a sólo 13 km/h, la cabeza se desplaza 46 cm con una fuerza de 7 G’S, en menos de un cuarto de segundo, lo suficiente para que se produzca lo que popularmente conocemos como desnucamiento.
cabeceroLa altura de los cabeceros debe ajustarse de forma que, la parte más saliente del cabecero, trazando una imaginaria línea recta, pase a la altura de nuestras cejas. La distancia adecuada entre éste y nuestra cabeza ha de ajustarse entre 4 y 6 centímetros. En los vehículos equipados con cabeceros integrados en el propio asiento, estos ajustes ya han sido calculados por el fabricante teniendo en cuenta un tipo medio de ocupante.
De todos modos el cabecero nunca debe estar a la altura del cuello y, mucho menos, ser utilizado para dormir la siesta circulando.