Entre otras muchas sensaciones que me ha brindado la vida, conducir una moto ha sido una de las más excitantes.

Sentirte sentado sobre una máquina que puede alcanzar más de 200 kilómetros por hora, escuchar las aceleraciones al abrir el puño del gas, las revoluciones del motor cuando reduces a velocidades cortas, o la tumbada al abordar la curva, son sensaciones difíciles de trasmitir a quienes nunca las conocido. Sí, pero…

Niki Lauda decía, “El miedo es bueno porque te marca los límites” o esta otra “Si quieres llegar a la Fórmula 1, empieza por las fórmulas inferiores y continúa escalando peldaños”

Son algunas de las sabias palabras del gran campeón, y otros muchos consejos  que escuche de su boca, que encajan perfectamente con lo que debe ser la filosofía del buen motorista.

 

Mandamiento número uno:

Antes de comprarte una moto por primera vez, piensa bien para que la quieres, el mercado ofrece diversos modelos para cada especialidad.

Mandamiento numero dos:

Cuando calcules tu presupuesto, dedícale una parte muy importante a la compra del mejor casco integral homologado que encuentres en el mercado.

Mandamiento número tres:

No olvides en ningún momento que una buena parte de tu seguridad gravita sobre dos superficies de goma menores que la palma de una mano.

Mandamiento número cuatro:

No te integres en grupos de moteros expertos si sabes que aún no estás a su altura.

Y por último: las estadísticas nos dicen que el 75% de las lesiones graves de los accidentes de moto, se producen en la cabeza.

 

Tu amigo al que le chiflan las motos aunque ya no puedo con ellas.