LA DIRECCIÓN GENERAL DE TRÁFICO ES EL ÚNICO ORGANISMO COMPETENTE PARA LA EMISIÓN DE PERMISOS Y LICENCIAS DE CONDUCIR EN EL ESTADO ESPAÑOL.

El abanico de responsabilidades que el Ministerio del Interior delega en la DGT es múltiple y abarca desde la seguridad vial, el control de las vías y otras funciones, la de la autorización de permisos para conducir toda clase de vehículos a motor. Sin duda, una de las más importantes.

En los últimos cuarenta años, la sociedad española y sus formas de vida han dado un vuelco a aquella España en la que, conducir o poseer un automóvil, era privilegio de un determinado número de ciudadanos.

La creación de espacios comerciales, polígonos industriales, urbanizaciones periféricas y universidades alejados del centro de las ciudades, han convertido el uso de automóviles y motocicletas en una auténtica necesidad.

La juventud, la clase trabajadora y amas de casa que hace unos años probablemente ni siquiera sabían conducir, no podían plantearse la compra de un automóvil, hoy día son el grupo social que más precisa de un vehículo nuevo o de segunda mano.

Una situación como la que estamos viviendo en estos días, con la huelga de examinadores, produce un grave daño a millones de españoles que bastante tienen con esperar ese día del examen nerviosos y con gran preocupación, sin contar el excesivo precio que deben pagar por diversos conceptos, incluidas las tasas y las horas de autoescuela.

La inoperatividad de la DGT ante cualquier problema que, como éste, afecte los intereses de tantos ciudadanos, es de todo punto intolerable y la única salida digna de sus responsables, que no han sabido cómo atajar el problema, pide la dimisión inmediata de los culpables empezando, si es preciso, por el propio ministro.