La pésima gestión de este ineficaz gobierno socialista, va a lograr lo que se propuso en su campaña electoral, acabar con los accidentes de tráfico; o lo que es igual, hacer realidad el sueño de Pere Navarro.
Al paso que lleva la economía española, el precio de los combustibles y los casi cinco millones de españoles sin trabajo, el tráfico de automóviles por nuestras ciudades y carreteras, acabará en una paralización total.
Si todos dejamos el coche en el garaje el Gobierno habrá logrado la cuadratura del círculo y la DGT lo que ningún otro país en el mundo ha conseguido; suprimir de un golpe los accidentes de tráfico.
El lado bueno de la nueva situación es que, los radares y los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, dejarán de recaudar dinero para las arcas públicas y la velocidad dejará de ser un problema a 110 kmh o a cualquier otra velocidad que, de la noche a la mañana, se les pudiera ocurrir imponernos sin lógica que lo sustente.
Pero dejando las bromas aparte. Resulta patética la situación a la que nos están llevando los peores administradores de nuestra joven democracia que, cuando llegaron anunciando paraísos económicos y sociales, se encontraron con las cajas llenas. No se entiende cómo se pueden dilapidar tantos recursos en tan poco tiempo.
Cualquier otra explicación a la situación actual, son cantos de sirena y argumentos exculpatorios que ya nadie se cree.
Es cierto que la crisis en planetaria, pero todas las naciones afectadas, con muy pocas excepciones, están logrando recuperarse dando un ejemplo a estos políticos que, todo lo que saben hacer, es insultarse de una bancada a la otra, mientras, en sus hogares no falta de nada, y miles de españoles han llegado ya a los límites de la pobreza.
Paco Costas