Con independencia de la potencia del motor de su autocaravana, muchas veces superior a la de un turismo convencional, es importante controlar la velocidad en todo momento y que EL VEHÍCULO NO NOS LLEVE A NOSOTROS.
Mantener la distancia de seguridad, a veces viajamos en grupo y la distancia mínima debe ser en todo momento de un mínimo de 50 metros. Por imagen y por educación, debemos facilitar el adelantamiento a otros vehículos que circulan a más velocidad.
Cuando abordamos una pendiente prolongada, aunque los sistemas de freno actuales son de una gran eficacia, debemos descender con una relación de cambio corta, en función de la inclinación de la vía. Si el vehículo va tomando una velocidad superior a la deseada, podemos aplicar unos toques al freno, pero nunca mantener el pedal pisado. La fricción prolongada de las pastillas y los discos, sobre todo en el verano con temperaturas muy altas, sufren un sobrecalentamiento así como el líquido de frenos.
La velocidad máxima permitida está señalizada en cada país; en todo caso, la velocidad en autopista no debe sobre pasar los 110 kms/h. En vías nacionales, 70 u 80 kms/h.
En las rotondas, circular a baja velocidad y por la derecha, indicando siempre con los intermitentes la dirección que deseamos tomar. Ceder nuestra preferencia si es preciso. Las reparaciones de fibra de vidrio o de aluminio resultan muy caras en una autocaravana.
Si abordamos una curva a mayor velocidad de la aconsejable en un vehículo de tracción delantera, en lugar de dejarnos dominar por el pánico- las autocaravanas, en la mayoría de los modelos, son de tracción delantera-, cuando las ruedas delanteras tiendan a llevarnos al exterior (a sobrevirar) de de la curva de forma peligrosa, debemos levantar el pie del acelerador rápidamente para que el peso del vehículo se transfiera sobre el eje delantero recuperando de este modo los neumáticos la adherencia necesaria para pasar por la curva seguros. Mientras, en lugar de empeñarnos en mirar en la dirección del patinazo, poner siempre la vista en el punto por el que queremos llevar el vehículo, es decir la salida de la curva.
En los vídeos del curso de una conducción segura, abordaremos estos temas y otros sobre técnicas de conducción.
Atención a las carreteras de montaña que discurren por desfiladeros, gargantas, curso de ríos, al borde del mar o por túneles cavados en la roca viva: en estos casos el conductor tiende a circular por el centro de la vía hasta que la presencia de otro vehículo que circula de frente, nos obliga a dar un giro brusco de volante. En lugares como la Cornisa Cantábrica, la Costa Gallega, la Costa Azul en Francia, o países como Noruega, muy especialmente, conviene elegir bien el itinerario, pero en todo caso, es preferible circular por el lado del borde del mar o del río con precaución. ¡Atención a los salientes de rocas y a la altura de los túneles! Resulta muy fácil olvidarnos de la altura y la anchura de nuestro vehículo.
Paco Costas