Sólo los superdotados son capaces de alcanzar el triunfo en Fórmula 1 de la forma que lo ha logrado el piloto español es esta edición del GP monegasco, a pesar de que la táctica inicial del equipo inglés favorecía una posible victoria de Hamilton de forma ostensible.
Sabiendo que el británico partía inmediatamente detrás de Alonso y que lo previsible era que ambos se mantuvieran en la cabeza de la fila; obligando a Fernando a hacer el primer repostaje cuando las distancia entre ambos era mínima, Hamilton podía dar unas vueltas más con los depósitos descargados, y así mantenerse en cabeza si salía delante del español después de su primera parada. Incluso, en la segunda, acortando el tiempo de repostaje a sabiendas de los seis segundos que le había hecho perder Trulli a Alonso no dejándose adelantar, le volvían a dar a Hamilton la oportunidad de alcanzar el triunfo en Mónaco, el primero de su meteórica carrera.,
Pero ahí estaba un Alonso que, a pesar de la agobiante presión de la presa inglesa en favor de Hamilton, sacó todo lo que de rabia y clase atesora dando un auténtico recital sin cometer un sólo error.
No se puede decir los mismo de su compañero de equipo que, sin quitar un ápice a su potencial como piloto de excepción, aún le faltan unos cuantos errores como los que estuvieron a punto de arruinarle la carrera.
Estamos, sin duda, ante una repetición de los que sucedió en los ochenta. Entonces Ron Dennis contaba con Senna y Prost, dos de los más grandes pilotos de todos los tiempos, pero, a diferencia de lo que puede pasar de aquí en adelante, Senna era Brasileño y Prost francés, mientras que ahora, uno es español, por mucho que le pese a los británicos que todavía nos recuerdan a la Invencible y a Lepanto (esto último lo he sufrido en mis propias carnes durante los años que cubrí la información de la F1) pero el otro es inglés y además negro, en un país donde tiene miles de compatriotas de su raza que ya están empezando a utilizar al joven piloto como bandera vindicativa.
Mucho me temo que en futuro inmediato los aficionadas españoles vamos a tener que tragarnos más de un sapo por causa de esta nueva situación.
En cuanto al GP de Mónaco, al que ni siquiera puede añadírsele en esta edición el único morbo que le caracteriza: las salidas de pista, los golpes y los abandonos, yo diría que, aparte de la lucha entre Alonso y Hamilton, el resto fue más de lo mismo, Mónaco raramente ofrece mucho más fuera del ambiente lujoso y la exibición de riqueza de un grupo de multimillonarios. Pero la F1 dejaría de ser los que es si se suprimese este GP.
Estoy impaciente por ver que ocurre en Mclaren cuando lleguemos al GP de Inglaterra en Silverstone.