Si algo hemos lamentado en la última década de la Fórmula 1, y lo hemos hecho saber a través de esta página en repetidas ocasiones, es la falta de relevancia tecnológica del mayor campeonato automovilístico del mundo en los coches de calle. De un campeonato de donde se podían sacar innovaciones aplicables a coches de calle habíamos pasado a un campeonato donde todos corrían casi con los mismos argumentos técnicos, y poco o nada se podía transferir a los coches «civiles».
Pero esta temporada, ya lo contamos también, las cosas han cambiado. Mucho. La llegada de los propulsores híbridos con alta carga tecnológica, y sobre todo, el empleo de turbocompresores acoplados a motores eléctricos, solución también empleada en Le Mans, está a punto de cambiar los motores «de calle».
Dieter Zetsche, el «bigotudo» CEO de Daimler, ha prometido en unas declaraciones recogidas por Automotive News, una aplicación directa de lo que están aprendiendo en motores de F1 a los modelos de calle. Zetsche reconoce que, hoy por hoy, gran parte de la gama AMG integra enormes motores V8 atmosféricos, pero dice que a futuro esto cambiará, y veremos soluciones similares a las de F1 en los Mercedes-Benz más prestacionales.
Sin duda, muchos llorarán la pérdida del borboteo V8 y la masiva pegada de la suerte de dragsters a los que AMG nos tiene acostumbrados, pero la llegada de motores V6 con turbo compuesto eléctrico permitirá mantener prestaciones en potencia y par, sin lag, y con una enorme mejora en consumo y emisiones.
La única cuestión que nosotros tenemos sobre la mesa es saber qué fabricante será el primero en integrar estos turbos compuestos en un coche de serie. Audi el otro día ya mostró un RS5 con esta tecnología, pero era conceptual. Ferrari bien podría aplicarlos en el relevo del 458 Italia el año que viene, y ahora Mercedes suelta esto. ¿Quién será el primero?
Escrita por: Autoblog.com