El fabricante sueco de vehículos industriales Volvo ha cerrado 2010 con un beneficio neto de 11.212 millones de coronas (unos 1.260 millones de euros al cambio actual), frente a unas pérdidas de 14.685 millones de coronas (1.653 millones de euros) en 2009.
La positiva evolución de los resultados de la mutinacional sueca se explica por la recuperación de los mercados de vehículos industriales en Europa y Norteamérica, así como por las medidas adoptadas para racionalizar y reducir costes.
El presidente y consejero delegado de la corporación, Leif Johansson, quien dejará su puesto el próximo verano, ha anunciado que la empresa ha decidido retomar la distribución dividendos, de forma que pagará 2,50 coronas por acción (0,28) euros con cargo a los resultados de 2010.
La cifra de negocio de la compañía escandinava se ha elevado el pasado año a 264.749 millones de coronas suecas (unos 29.800 millones de euros), lo que se traduce en una progresión del 21,2 por ciento en comparación con el ejercicio precedente.
Volvo ha vendido en todo el mundo un total de 167.305 vehículos industriales durante 2010, cifra superior en un 20 por ciento a la contabilizada en el ejercicio anterior, mientras que su cartera de pedidos ha experimentado un fuerte repunte del 75 por ciento, con 206.274 unidades.
Johansson ha destacado que, como consecuencia del repunte de la demanda, las factorías de la empresa han incrementado su candencia productiva, si bien están registrando algún problema relacionado con los suministros, y se ha mostrado optimista sobre el futuro de la empresa a corto y largo plazo.