Estaciones de ITV de distintos lugares de España han sido investigadas por colaboración con una red de robos de coches de alta gama. La Policía Nacional ha detenido a más de 30 personas. Un total de 25 de los vehículos sustraídos se han recuperado.
La Policía ha informado de que en la operación estaban implicados algunos empleados e ingenieros de ITV, que matriculaban vehículos sabiendo que habían sido robados. La organización internacional de robo de coches estaba formada por ciudadanos húngaros, rumanos y españoles, que contaban con la ayuda de personal de concesionarios y talleres oficiales. Ellos emitían un certificado que aseguraba que los automóviles no habían sido manipulados.
Los coches, por lo general de gran cilindrada, nuevos o de no más de tres años de antigüedad con un precio superior a 50.000 euros, eran sustraídos en Alemania, Austria, Francia, Italia y Suiza. Luego eran trasladados a España para su venta. La Policía ha confirmado que han actuado en Madrid, Santander, Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, Albacete, Cuenca, Almería, Córdoba, Jaén y Granada.
Al concertar una cita con los posibles clientes, les recogían en el aeropuerto y les llevaban al lugar de compra, generalmente un concesionario oficial. Allí, a petición del clientes y tras previo pago, se emitía un certificado para hacer constar que no había signos de manipulación. Así evitaban que el comprador sospechase la procedencia del vehículo, con la ayuda de ciertas estaciones de ITV.
La investigación ha sido desarrollada por el Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), con la colaboración del Grupo de Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Valencia, y unidades de Castellón, Alicante y Almería. Se sigue investigando, por lo que pueden realizarse aún nuevas detenciones.