El mes de marzo que hemos cerrado ha sido según ANFAC uno de los mejores meses para la industria automovilística. Se ha vendido un 63.1% más que en marzo del 2009, manejamos una cifra que es ahora comparable a la de marzo de 2008, uno de los primeros meses en los que se empezó a manifestar la crisis, lo que quiere decir que aún estamos a niveles inferiores a los de 2007. Se han vendido 124.756 turismos, centrándose las mayores subidas como es lógico en compactos y utilitarios.
Por marcas, los líderes del mercado han sido Ford (12.233 unidades), Citroën (11.309 unidades) y Seat (11.141 unidades). Los modelos más vendidos en este mes de marzo han sido el Renault Mégane (5.787 unidades), el Citroën C4 (5.288 unidades) y el Seat Ibiza (5.169 unidades). Ninguna novedad en estos pequeños ranking, las marcas generalistas son las que dominan un mercado que parece eufórico, pero que puede que simplemente esté aprovechando el último aliento antes de que lleguen los recortes.
Por una parte, el Plan 2000E está a punto de terminarse, no se sabe exactamente cuando pero del mes de abril es probable que no salga. Es lógico que el volumen de operaciones sea mayor ahora para intentar aprovecharse de las últimas ayudas. Miguel Sebastián – Ministro de Industria – quiere renovar las ayudas con carácter extraordinario, pero no hay garantías de que se materialicen sus intenciones. De hecho, se comenta que en algunos concesionarios podría ya haberse terminado la dotación de ayudas.
Esto se debe a que existen cuotas de ayudas por Comunidades Autónomas. Otro factor importante es la subida del IVA en junio, dos puntos porcentuales que a nadie gustan, pero que se pueden evitar adquiriendo el vehículo en estos momentos. Algunas marcas tienen campañas de descuentos sobre el IVA, pero hemos descubierto que el ahorro real con respecto al Plan 2000E apenas existe. ¿Qué podemos esperar de meses venideros? ¿Serán tan buenos como el mes de marzo?
Hasta junio es muy que probable una tendencia positiva, aunque el Plan 2000E se agote. De ahí en adelante es de esperar caídas de ventas y una segunda mitad de año bastante floja. Aunque no será un buen momento para industria y concesionarios, puede que ocurra como en Alemania y se produzca una batalla de descuentos comerciales que redunde a favor del consumidor final.
