La DGT lanzará una dura campaña de comunicación en la que compara con agresores a quienes no ponen el cinturón a sus hijos. Para un público saturado de mensajes, Tráfico considera que no hay nada mejor que un directo a la conciencia.
Esta vez, la DGT vuelve a endurecer su política de comunicación y en la próxima campaña de publicidad, que se lanzará a partir de mañana, compara a los conductores (varones) con maltratadores infantiles. El objetivo es promover el uso del cinturón de seguridad y más en concreto en las plazas traseras, una práctica que Tráfico vigila de forma periódica.
En el guión de la campaña en ciernes, la cámara enfoca en primer plano a una niña convaleciente en la unidad de cuidados intensivos de un hospital. Conectada a un sistema de respiración artificial, con la cara magullada y los ojos amoratados, el espectador entiende que su situación es crítica. Y entonces, la cámara se dirige al padre, que se retuerce presa de la culpabilidad fuera de la habitación, y a la madre, que le mira con desprecio. El locutor lee el parte médico y subraya: «Todo se lo ha hecho su padre».
La misma voz aclara después que para hacer daño a un niño no hace falta ponerle la mano encima, sino «dejar de ponerle el cinturón».
En 2005 se comparó a quien excede los límites de velocidad con asesinos como Charles Manson o Lee Harvey Oswald.
Todo el mensaje juega al equívoco del maltrato doméstico, un drama que se denuncia precisamente hoy con el Día Internacional de la Violencia de Género.
Para el anuncio, grabado el pasado mes de octubre junto al que se emite actualmente en radio y televisión alertando sobre el uso del teléfono móvil al volante, la agencia Publicis buscó actores con un perfil concreto: jóvenes, fuertes, mandíbula cuadrada, espaldas anchas… «Jugar al malentendido del maltratador con un tipo que parezca catedrático es más complicado…», se lee en los guiones y notas de los realizadores a los que ha tenido acceso EL MUNDO.
Identificar las malas prácticas al volante con conductas antisociales es una táctica que la DGT emplea con frecuencia. También centrar todo el mensaje en el conductor más que en otros factores presentes en los accidentes como los vehículos o el estado de la carretera. La polémica que suscitan es entendida por el organismo que dirige Pere Navarro como una garantía de que el anuncio no pasa desapercibido.
Así, entre los muchos ejemplos destaca la campaña de verano de 2005 que comparó a quien excede los límites de velocidad con asesinos de la talla de Charles Manson o magnicidas como Lee Harvey Oswald, que mató nada menos que al presidente de los EEUU, John Fitzgerald Kennedy.
El pasado mes de febrero, en la última campaña de vigilancia del uso del cinturón de seguridad, Tráfico impuso 8.538 denuncias. Hasta 264 menores de 12 años viajaban sin ningún sistema de retención infantil, un hecho que está sancionado con la pérdida de tres puntos y multa de 150 euros.