A pesar de que Toyota es el mayor fabricante del mundo, y que sus cuentas están más que saneadas, no se queda libre de los problemas del sector. Y es que siendo el mayor fabricante también es el que más cantidad de coches puede dejar de vender, no es lo mismo un 25% de un millón que de diez millones.
Si en algo destaca, en todo caso, la marca de la T es en su capacidad de contar con un sistema productivo flexible y que se puede acoplar rápidamente a las demandas del mercado. En todo caso, la directiva de Toyota ha decidido recortar en un 10% los bonus a los cargos más elevados de la compañía para afrontar la crisis. Al mismo tiempo, parte de las fábricas detendrán su actividad para acoplar la producción a la demanda existente. De acuerdo con todo esto, y con que Toyota espera una reducción de ventas sobre lo previsto a principios de año, sus beneficios se preveen que caigan 10.700 millones de dólares (8.500 millones de euros), pero en todo caso, la empresa japonesa continuará siendo rentable un año más.