Steve Jobs cofundó una empresa de enorme éxito, la rescató cuando se encontraba en declive y la logró mantener en lo más alto hasta su muerte. Uno de sus secretos es que sabía incentivar a sus empleados. En la década de los 80, Jobs premiaba a aquellos comerciales de la marca que conseguían alcanzar sus objetivos con un Porsche 944.
Mucho se ha hablado en estas semanas del ‘gurú’ Steve Jobs y su relación con los automóviles (el Porsche que ayudó a Steve Jobs, sus coches y el vehículo de Apple, el iCar). Pero lo que no sabíamos es que Steven Paul Jobs premiaba a sus mejores empleados con un fantástico regalo, un Porsche 944 -uno de los coches de la casa de Stuttgart menos valorados en la actualidad-.
Lo cierto es que el ex consejero delegado de Apple sabía como motivar a sus empleados en la década de los ochenta, unos años en los que su compañía no era de las más importantes. El resultado de esta ingeniosa idea se puede observar en el crecimiento de la empresa de la manzana por aquel entonces.
Lástima no haber formado parte de la plantilla de Apple Inc por aquellos años… Podían tomar nota nuestros jefes, ¿verdad?