No te creas las teorías de la consipiración que escuches por ahí, porque no son ciertas. Tanto Red Bull como Vettel, e incluso como el propio Webber, han confirmado a su manera lo que es lógico: Si el próximo fin de semana, en la carrera que cierra el mundial de F1, Vettel lidera el Gran Premio, Webber va segundo, y Alonso va a terminar tercero, el piloto alemán se dejará pasar por el australiano, aunque sea en la última curva de la última vuelta, para que este gane el mundial de pilotos, y no se vaya para Ferrari.
Es lo lógico, lo esperable… y mal que le pene a muchos, una cosa mucho más que probable. Hace una carrera dije que Alonso era el que mejor se desenvolvía ante la presión, y sigo pensando así, pero es que ahora mismo sólo Red Bull puede perder el título de pilotos.
No hay tiempo de introducir mejoras en los coches, y el de Adrian Newey es de lejos el mejor en pista, y lleva toda la temporada demostrándolo. Solo una catástrofe, un clima adverso o algo inesperado (¿fallo mecánico?) puede robar el doblete a los de Milton Keynes. Cualquier otra situación debería colocar a Webber como campeón del mundo, tal vez jubilarlo, y de ser así, incluso sentar a Alguersuari en un Red Bull en 2011.
Si, en cambio, Alonso acaba ganando el título, será una gesta propia de libros de historia, un campeonato que no solo habrá conseguido a base de persistencia, sino también a costa de los errores de los demás. El resultado, en seis días.