En el Seat Ibiza las cosas no van a quedar tal como están actualmente, con un gran número de ventas de sus modelos más bajos y las versiones deportivas FR y Cupra en el punto de mirar de muchos buscadores de sensaciones. Para un futuro medianamente corto se esperan nuevas versiones que van en el camino de mantener las prestaciones y decaer el consumo.
Para empezar el Ibiza FR tendrá proximamente un nuevo motor para elegir. Será un propulsor diésel y el que más bazas tiene para ganarse el puesto es el 2.0 TDI de 140 CV, una evolución razonable del 1.9 TDI de 130 CV presenta en la generación anterior del FR. Este FR a gasóleo irá engranado por una caja de cambios manual de seis marchas y tendrá en opción el DSG semi-automático de siete marchas. La diferencia es clara con el FR 1.4 TSI que sólo se asocia con un cambio no automático.
Por la parte baja de la gama del utilitario español llegarán dos nuevas incorporaciones. En gasolina se presentará el 1.2 TSI de 105 CV, el gran repuesto que viene a sustituir al consumidor 1.6 litros atmosférico de 110 CV. Esta incorporación turboalimentada garantiza un consumo muy bajo, que en su primo “Volkswagen Polo” garantiza una media asequible de 5.5 litros/100 km. Al igual que en el alemán el Ibiza podrá llevar cambio manual de seis marchas o DSG de siete.
La última incorporación será un asalto al resto de utilitarios con “gancho” ecológico como son el Ford Fiesta Econetic o el Volkswagen Polo Bluemotion, y es un nuevo Ibiza Ecomotive. Será una versión más asequible y menos potente equipada con un motor turbodiésel TDI de 1.2 litros y 75 CV de potencia, cambio manual de cinco marchas y sistema de arranque/parada del motor. No se conocen demasiados datos de este Ecomotive pero rebajará los 98 gr/km de CO2 que ofrece el actual.
En este tipo de modelos con etiqueta de “economizadores” la pelea está servida como pudimos ver en nuestra comparativa entre el Fiesta Econetic y el Ibiza Ecomotive.