Son varios los indicadores que pueden darnos la pista de que nuestro aire acondicionado no funciona correctamente o de que el mantenimiento no ha sido correcto:
-Refrigeración insuficiente.
-Mayor consumo de combustible. Viene provocado por el hecho de que el compresor se ponga en marcha muy a menudo y durante más tiempo.
-Generación de ruidos. Los ruidos que solo se perciben al encender el aire acondicionado suelen estar provocados por el compresor, por un ventilador del habitáculo deteriorado u obstruido o por problemas con los elementos de regulación del aire del climatizador.
-Se empañan los cristales. Se debe, por regla general, a que el filtro del habitáculo está sucio, lo que provoca una disminución drástica del flujo de aire dentro del habitáculo o, en el peor de los casos, a un fallo total del climatizador.
-Formación de malos olores. El olor a moho viene provocado por las bacterias o los hongos que han crecido en el evaporador debido a la acumulación de suciedad (polvo, etc.). También puede deberse a un filtro del habitáculo excesivamente viejo.
Para evitar daños consiguientes, el aire acondicionado deberá ser examinado inmediatamente por un taller especializado.
CONSEJOS DE USO EFICIENTE EN VERANO
-En los días más soleados, el vehículo debería aparcarse en la sombra si es posible. De lo contrario, la temperatura del habitáculo podría alcanzar los 60 °C.
-Para eliminar la acumulación de calor en el vehículo, deberán abrirse las puertas durante un breve tiempo antes de subir al vehículo.
-Para poder garantizar una rápida refrigeración, se recomienda encender a potencia máxima el aire acondicionado y el ventilador del habitáculo. Si se pone en marcha el aire circulante, se acelera el proceso de refrigeración.
-El hecho de abrir las ventanas o el techo solar durante los primeros minutos de conducción produce un rápido intercambio de aire, lo que conlleva que el habitáculo se enfríe más deprisa.
-Por razones de salud, la temperatura del habitáculo no debería bajar de los 22°C.
-Además, el aire acondicionado debe usarse en otras épocas del año y no solo en verano. Encenderlo una vez a la semana durante unos minutos, también en invierno, asegura su correcto funcionamiento.