Después de tantos vaivenes e imágenes filtradas el Saab 9-5 se ha presentado oficialmente. La renovada gran berlina sueca se lucirá ante el público por primera vez en el Salón de Frankfurt de mediados de septiembre.
La esperanza de Saab para emprender con fuerza un nuevo ciclo tiene forma de sedán. Como ya habíamos visto en las anteriores imágenes el 9-5 llama la atención por adecuarse a las líneas modernas sin perder el acento sueco que siempre ha estado presente en Saab. La mezcla de formas suaves y angulosas junto a los detalles tecnológicos como las luces LED sugieren un cambio de actitud aunque se esperaba que el nuevo 9-5 tuviera un aspecto más rompedor. Pero ese no es el estilo de Saab ni el de sus clientes habituales.
El habitáculo del Saab 9-5 muestra el señoría de esta berlina con unos acabados de alta calidad, sin dejar escapar una tendencia minimalista. En su diseño los mandos están muy orientados hacia el conductor y los paneles de instrumentos se forjan una muy buena nota con su luz verde. De cara al devenir diario el 9-5 ofrece huecos portaobjetos en los paneles de las puertas y uno grande con cierre en la consola central además de una amplia guantera. Aparentemente el nuevo 9-5 reserva un mayor espacio para las plazas traseras en comparación con la anterior generación que será muy agradecido.
En su equipamiento no faltará el climatizador de dos zonas, con soporte extra para los asientos traseros, el control de velocidad, los sensores de aparcamiento y, por supuesto, las ayudas electrónicas a la estabilidad. Entre lo más novedoso tecnológicamente hablando destaca el display Head-Up que muestra datos del vehículo (velocidad, revoluciones del motor, etc) proyectados en el parabrisas. También incorporará un navegador GPS con disco duro de 10 Gb, conexión externa USB/Aux y pantalla táctil de 8” o un sistema de infotainment con pantallas y auriculares para los asientos traseros.
Una vez aterrice en el mercado español lo hará con un motor diésel y dos de gasolina. El más básico será un turbodiésel 2.0 litros de 160 CV como el que lleva el Opel Insignia, sin duda el menos contaminante de todos con 139 gr/km de CO2 homologados. Del lado gasolina se podrá elegir un nutrido 2.0 litros turbo de 220 CV y un poderoso V6 de 2.8 de 300 CV, también similar al del sedán de Opel pero con 20 CV más. Posteriormente se sumará un potente y contenido motor tetracilíndrico de 1.6 litros y 180 CV y un 2.0 litros Biopower que funcionará con bioetanol.
Todos los Saab 9-5 usarán cajas de cambio manuales de seis velocidades, con la posibilidad de acceder a una caja automática según el motor. Por defecto la transmisión de la fuerza motor se hará hacia las ruedas delanteras salvo en el caso del V6 que sólo podrá llevar la tracción integral vectorial XWD. Ésta también se ofrecerá como opción para los gasolina de 2.0 litros y los Biopower. Las prestaciones que ofrece la XWD se verán complementadas con la opcional suspensión adaptativa Saab DriveSense que ajusta dinámicamente el tarado de la amortiguación.
La propia Saab señala que el salto cualitativo del 9-5 le permitirá hacer frente a berlinas ya con cierto nivel como el Volvo S60 o el BMW Serie 5. No dudo que por la calidad de su diseño, de sus acabados y del equipamiento tenga mucho que decir frente a estos sedanes pero tendrá que demostrar que su plataforma, compartida con el Insignia, y que su chasis es capaz de comportarse como estos rivales.
Su entrada en el mercado está prevista para comienzos del próximo año 2010.