La alianza entre Nissan y Renault es algo distinta a otras asociaciones entre fabricantes. Si bien ambas compañías comparten plataformas y motorizaciones, por el momento había dos temas que no realizaban de manera conjunta: el desarrollo de nuevos modelos, que corría a cargo de departamentos de I+D independientes para cada fabricante; y la producción de vehículos, ya que las líneas productivas estaban separadas por marca.
Pero, según informa Reuters, los galos y los nipones están ahora dispuestos a ir un paso más allá y consolidar bajo un mismo techo tanto las operaciones de I+D como las de producción, con el objetivo de reducir costes estructurales, mejorar el porcentaje de aprovechamiento de la capacidad de las factorías ya instaladas, y quién sabe si convertir en redundantes ciertos puestos de trabajo.
El objetivo conjunto es generar ahorros anuales de hasta 3.000 millones de euros en todo el grupo, lo que no está nada mal, ¿verdad?