Cuando Renault y Nissan constituyeron su alianza en 1999, el grupo vio la necesidad de reducir costes aumentando el número de componentes comunes y la capacidad conjunta de adquisición. Hoy, con la crisis económica golpeando con fuerza, dichos beneficios hacen falta más que nunca, así que no resulta sorprendente la noticia de que ambos fabricantes deseen compartir todavía más motores.
Según el periódico japonés Nikei, Renault y Nissan, Nissan y Renault, compartirán virtualmente todos los nuevos motores ofrecidos en modelos de tamaño similar, dedicándose cada marca a su respectiva área de especialización: Japón pondrá los motores a gasolina, mientras que Francia se ocupará de las mecánicas a gasoil. Adicionalmente, la alianza presidida por Carlos Ghosn aumentará el número de chasis comunes, así como la cooperación en el desarrollo de vehículos eléctricos.
De acuerdo a las cifras proporcionadas, esta nueva política contribuiría a generar 180 millones de yenes (1.450 millones de euros/1.850 millones de dólares) sólo en 2009.
