¿Se ve ya en PSA la luz al final del túnel? Pues puede que sí. Esta semana que acaba hoy ha reunido dos buenos hechos para la firma gala. Por un lado, la junta de accionistas ha dado la luz verde final al proyecto de inversión de Dongfeng, para que la compañía china se quede con el 14% de Peugeot y sus filiales.
Por otro lado, el equipo de Carlos Tavares ha anunciado los resultados para el primer trimestre, y estos reflejan un incremento de facturación del 2% a nivel global, con 13.300 millones de euros ingresados entre el uno de enero y el 31 de marzo. El incremento de facturación va asociado a un incremento de ventas del 8%, con Europa creciendo al 16% y China a un ritmo del 18%. La recuperación del mercado del viejo continente y el crecimiento en China son dos de los factores fundamentales para que PSA pueda resurgir.
Claro que la cuestión no está tanto en cuánto vendas y cuánto factures, sino en la capacidad de ganar dinero con ello. Y PSA no ha ofrecido cifras de beneficios para este trimestre, por lo que habrá que esperar a medio año para valorar con objetividad y datos concretos si el curso de las cosas indica que la compañía está más cerca de encauzar su destino.
Lo que parece claro es que las buenas ventas de los productos recién lanzados y la reducción de costes que implica el uso de la nueva plataforma modular deberían abrir la puerta para que el saldo de caja deje de ser tan y tan rojo.