El caso pedalgate queda todavía lejos de considerarse cerrado, pero uno de sus frentes más polémicos se puede considerar sofocado con el anuncio por parte del Secretario de Transporte de EEUU de que no se han encontrado evidencias de fallos electrónicos en los coches de Toyota. Las palabras de Ray LaHood han sido además inequívocas: «El jurado ha regresado. El veredicto ha sido emitido. No hay causa de tipo electrónico para los acelerones a alta velocidad no deseados en vehículos Toyota. Punto».
Estas declaraciones se producen tras una concienzuda investigación en la que intervino la NHTSA (el organismo encargado de velar por la seguridad en las vías estadounidenses) y la propia NASA, que se sumó a las pesquisas oficiales a petición del Congreso. La agencia espacial examinó más de 280.000 líneas de código, pero ninguno de los fallos encontrados pudo causar aceleraciones involuntarias. La postura de Toyota es que los fallos atribuidos a los sistemas electrónicos fueron en realidad despistes de los conductores, que pudieron pisar el acelerador accidentalmente en lugar del freno.
La investigación, sin embargo, no deja a Toyota sin mácula. Los problemas de aceleración súbita existen, pero son de tipo mecánico; concretamente, aceleradores con problemas de retención y alfombrillas de diseño defectuoso que podrían atascar los pedales. Queda por ver qué efecto tendrá esta noticia en las demandas interpuestas contra Toyota por víctimas y conductores que ven fallos electrónicos, alegando que defectos mecánicos como los mencionados no pueden explicar todos los casos de aceleraciones incontroladas.
[Foto: Ramin Talaie/Getty]