Opel teme la pérdida de 10.000 empleos

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El presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, ha advertido de que los planes de Fiat para constituir un gran consorcio automovilístico mundial con Opel y Chrysler podrían suponer la pérdida de 10.000 puestos de trabajo en Europa.

Según el máximo responsable del comité de empresa de Opel, el consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, advirtió en una reunión celebrada el lunes que no descarta el cierre de la planta de motores de Kaiserslautern, en Alemania.

Además, siempre según el presidente del comité de empresa de la firma alemana, Marchionne contempla el cierre de otras dos plantas productivas de Fiat/Opel en Reino Unido e Italia.

Las declaraciones de Klaus Franz se producen después de que el diario ‘Bild’ publicara una entrevista con el consejero delegado de Fiat, en la que el directivo asegura que no contempla el cierre de fábricas, si bien no descarta un ajuste de efectivos.

El plan presentado por Fiat al Gobierno alemán para tomar una participación mayoritaria en Opel requiere la aportación de financiación por un importe de entre 5.000 y 7.000 millones de euros, por parte de los gobiernos de países europeos en los que la marca tiene presencia industrial.

Esta cifra representa aproximadamente el doble de los 3.300 millones de euros que necesita Opel para subsistir, según los cálculos de General Motors Europe. La filial europea de GM cree que la empresa volvería a ser rentable en 2011 si reduce sus costes en unos 900 millones de euros.

El Gobierno alemán ha elaborado una lista con catorce condiciones que deberá cumplir el futuro propietario del fabricante automovilístico Opel, entre las que destaca el mantenimiento de la sede de la empresa en Alemania.

Las restantes condiciones hacen alusión a aspectos como el domicilio fiscal de la empresa, el futuro de las fábricas de Opel en Alemania, la solidez del plan financiero para la compañía o el nivel de aceptación de la propuesta por parte de la plantilla, según el diario ‘Financial Times’.

Fiat se ha situado a la cabeza entre las compañías interesadas en tomar una participación de control en Opel. Aunque el Gobierno alemán ve con buenos ojos la propuesta del grupo italiano, aún quedan aspectos por definir.

En su camino hacia la toma de control de Opel, firma en la que General Motors acepta mantener una participación minoritaria, Fiat competirá, entre otros, con el fabricante canadiense de componentes Magna, que cuenta como aliado con la firma rusa Gaz, propiedad del magnate Oleg Deripaska.

Entre los siete interesados en entrar en el capital de Opel figuran también fondos soberanos de Abu Dhabi y Singapur, así como tres fondos de inversión privados.

Si Fiat consigue finalmente hacerse con el control de Opel, la corporación italiana constituirá el segundo mayor fabricante de automóviles del mundo, tras el acuerdo para constituir una alianza con el consorcio norteamericano Chrysler.

Precisamente acreedores del grupo Chrysler se oponen a la tutela judicial temporal del fabricante norteamericano, pues considera que se conculcan los derechos de las sociedades con las que el grupo mantiene deudas.