Hace unos días ya te habíamos adelantado que Subaru estaba trabajando para lanzar una nueva generación de motores bóxer de cuatro cilindros, y ahora la marca nipona ha confirmado su nueva versión de su propulsor. Aunque esperábamos la inyección directa incluída en las culatas del motor de FHI, la nota de prensa no hace mención de ello.
Se ha mejorado el rendimiento del propulsor a base de reducir las masas alternativas, la fricción interna, e incorporar árboles de levas con distribución variable. Se han cambiado las cotas internas, pasando de un motor super-cuadrado a uno de carrera larga, lo cual debería implicar mejor respuesta en bajos, más par, más flexibilidad del motor, un centro de gravedad más bajo, una camara de combustión algo más eficiente.
El punto en contra que podemos presuponer, es que el motor será algo más perezoso a la hora de subir de revoluciones debido a esta carrera más larga, pero la reducción de masas alternativas debería curar en parte esta pereza. Las nuevas mecánicas se ofrecerán en versiones de dos y dos litros y medio.
Como ejemplo, Subaru ha comparado la entrega de potencia y par del 2.0 actual (148 CV, 191 Nm) con el nuevo (148 CV, 196 Nm) demostrándonos una mejora parcial del rendimiento, pero que debería ofrecer más ventajas a la hora de medir la elasticidad a bajas vueltas, las emisiones y los consumos.
A partir de ahora, todos los nuevos Subaru llevarán motores de esta generación, mientras FHI trabaja en nuevos desarrollos, entendemos que con sobrealimentación, y tal vez inyección directa. Por cierto, este 2.0 de sólo 150 CV podría ser el corazón del FT-86…