Nissan comenzará a comercializar su Leaf —“el primer coche eléctrico de producción masiva”, según su presidente Carlos Ghosn— durante el año 2010. Se lanzará primero en Japón y Estados Unidos.
“No pensamos en un coche eléctrico como algo para ecologistas o para ricos, nos hemos propuesto hacer el coche eléctrico que puede querer cualquier comprador y el Nissan Leaf es el primero de estos eléctricos”. Será el primero que se pondrá a la venta en grandes volúmenes y, para Carlos Ghosn, “lo primero es que sea asequible, y luego que el alquiler de la batería más la electricidad cueste menos que si hubiese sido un coche de gasolina”. Aseguran que el precio del Nissan estará al nivel de un coche de gasolina de su equipamiento y tamaño. Y el Leaf es ligeramente más grande que el Nissan Tiida, con unas dimensiones de 444 cm de largo, 177 cm de ancho y 155 cm de alto. La distancia entre ejes es de 270 cm.
El Nissan Leaf incorpora un motor eléctrico de 80 kilowatios —108,8 CV— y es capaz de alcanzar una velocidad máxima superior a 140 km/h. La autonomía en el ciclo de conducción americano es de 160 km, lo suficiente para cubrir el recorrido diario del 90 por ciento de los conductores.
Nissan afirma que han tenido en cuenta las dimensiones de los rivales del segmento C para ser competitivos en habitabilidad con su eléctrico Leaf.
En el modelo de negocio de Nissan, el coche lo compra el usuario, pero sin las baterías, que son de alquiler. El elevado coste de las baterías no ha querido hacerse público, pero en el mercado los 24 kWh que pueden almacenar los 270 kilos de baterías del Leaf costarían unos 12.000 euros. Seguro que menos en el caso de Nissan, dado que desde 2007 disponen de su propia fábrica de baterías y su propia tecnología, en una empresa conjunta con NEC. Además, pronto se empezarán a aplicar economías de escala, con las consiguientes bajadas de precio: “No queríamos ser los primeros en vender 100.000 coches eléctricos, queremos vender millones al año, para eso teníamos que controlar todo el proceso de las baterías”, señala Carlos Ghosn. De acuerdo con su visión, para el año 2020 el diez por ciento de las ventas de coches en el mundo, unos seis millones de unidades, será de coches eléctricos. “Lo único que puede impedir que sea así es que no haya suficiente capacidad en las fábricas para producirlos”, señala Ghosn.
Paso al coche eléctrico
Según Ghosn, el previsible escenario sólo puede ser positivo para los coches eléctricos. El coste del petróleo no parece probable que baje en los años venideros y tampoco las presiones legislativas sobre las emisiones contaminantes en todo el mundo. De hecho, señala que “son los gobiernos los que nos dicen que quieren el coche eléctrico y nos preguntan por las condiciones para poder tenerlo”.
Estas condiciones son, naturalmente, un coche al que el usuario no pueda ponerle objeciones, unas baterías de suficiente potencia y autonomía, todo ello a un precio atractivo. El precio atractivo se conseguirá sólo si los gobiernos ofrecen ayudas que permitan enjugar el sobreprecio que supone la batería, que en coches pequeños puede suponer tanto como el propio coche. Sólo de esta manera podrán ofrecer un alquiler de batería a un precio para el usuario que pueda competir con la gasolina.
Nissan se ha marcado como objetivo ser líderes en el coche eléctrico y por eso su primer modelo, el Leaf, ataca el denominado “segmento C”, el epicentro del mercado “de volumen”. Pero aseguran que a partir de 2012, cuando se haya lanzado en todos los continentes, se desplegará una gama, de la que ya están decididos los dos siguientes modelos. “Serán diferentes de los que haga Renault, porque utilizaremos componentes de la Alianza, pero cada marca desarrollará los suyos”.
El Nissan Leaf, al 96 por ciento de su configuración definitiva, incorpora un techo fotovoltaico que será de mayor tamaño en la serie.
Nissan no abandona los coches híbridos, pero sólo representan el 1 por ciento del mercado. “Es lógico que sea en ese diez por ciento del mercado, el previsible del coche eléctrico, donde volquemos nuestros esfuerzos”.
“Ha nacido una nueva clase, el coche “que no emite”, igual que hay fumadores y no fumadores y lugares donde no se puede fumar, donde no vale fumar “sólo un poco”, anuncia Ghosn, haciendo el símil con los híbridos. Insinuación nada velada de que habrá lugares sólo para coches con emisiones cero.
Las baterías, al final de su vida útil, son reciclables, pero prevén poderlas reutilizar en otras aplicaciones menos demandantes que el transporte individual, porque todavía conservarían un 80 por ciento de su capacidad.
Tres opciones para la recarga
1.- En casa, con tensión doméstica y potencia limitada, capaz de recargar la batería en 8 horas.
2.- En puntos de recarga con alta tensión capaces de “llenar” las baterías a un 80 por ciento de su capacidad en media hora.
3.-En una estación capaz de cambiar la batería por otra “llena” en tres minutos.
En principio, esta última posibilidad se ofrecerá solamente en algunos mercados.