Cuando hablamos de MINI, el propio carácter de la marca nos imbuye un cierto optimismo que no tiene por qué verse reflejado en el mundo real. De hecho, y a pesar de que durante el año pasado la división de BMW fue una de las grandes triunfadoras en el golpeado mercado de EEUU (con un aumento de ventas del 28%), sólo en enero, sus ventas han caído un 35% a nivel mundial.
Los encargados de pagar el pato han sido 850 trabajadores de su planta de Oxford, que ha pasado de tres turnos siete días a la semana, a dos turnos y cinco días. Teniendo en cuenta que antes de los despidos MINI daba empleo a 4.500 personas en el Reino Unido, esta noticia tiene su miga, pero es que encima la cosa se ha complicado aún más tras saberse que los recortes fueron comunicados con sólo una hora de antelación. Como estarás imaginando, todos los despedidos trabajaban los fines de semana para MINI mediante una agencia, y no con un contrato emitido por el propio fabricante inglés.
En tiempos difíciles se pueden entender los despidos, pero dado que esta no fue una decisión tomada el fin de semana, qué menos que avisar a los empleados con un poco de tiempo. Hay formas de hacer las cosas, y formas de hacer las cosas.