El 26 de agosto de 1959, hace exactamente 50 años, se lanzaba el Mini original, que se acabaría convirtiendo en uno de los utilitarios más exitosos de todos los tiempos. El diseño visionario de Sir Alec Issigonis para la British Motor Corporation (BMC) era un motor delantero transversal con tracción delantera, maximizando el espacio disponible en el habitáculo. Gracias a ello consiguió crear un coche muy pequeño, sorprendentemente espacioso en su interior, barato y muy divertido de conducir.
En pocos años se vendieron millones de unidades en todo el mundo, dando lugar a uno de los más apreciados clásicos populares. Desde entonces se ha convertido en un icono en el mundo del automóvil, del diseño o incluso de la moda. Ya en sus comienzos era un coche con un carácter deportivo y ágil, por ello no tardaron en llegaron las preparaciones de la mano de John Cooper, los éxitos en el mundo de los rallyes y la proliferación de variantes. Desde el familiar Clubman, al todoterreno Moke o el coupé Broadspeed.
Como todo mito automovilístico, le llegó su hora cuando fue superado por la competencia. Se dejó de fabricar a finales de los años 90 – cuando su diseño ya pertenecía a Rover – pero fue relanzado por BMW en el 2001. Es un coche completamente diferente e infinitamente más moderno, pero retiene el mismo carácter que enamoró a los conductores en los años 60. Con un enfoque premium, Mini siempre ha resaltado la excelente dinámica de su utilitario, lanzando versiones John Cooper Works de hasta 211 CV de potencia.
Para celebrar el 50 aniversario del Mini original se acaba de presentar el nuevo Mini Coupé Concept. Se trata de un coupé biplaza de dos puertas y unas dimensiones muy compactas: 3.71 metros de largo, 1.68 metros de ancho y 1.36 metros de alto, con una inspiración tomada en el escaso Broadspeed de los años 60. El frontal de este prototipo está directamente sacado del Mini Cooper S John Cooper Works Cabrio, con amplias tomas de aire y la entrada de aire del turbocompresor presidiendo el capó.
El parabrisas está notablemente más inclinado y tiene menos altura que en otros Mini. La estampa dinámica también es patente en el extravagante techo. Definirlo con palabras es complicado, así que mejor apreciamos la espectacular unión que hace con el pilar C y el discreto spoiler que lleva integrado. Está construido en aluminio, reduciendo el centro de gravedad del vehículo. La compacta ventana trasera redirige el flujo de aire junto al spoiler, logrando un excelente desempeño aerodinámico.
El portón del maletero – accesible también desde los asientos delanteros – se abre hacia abajo igual que en el Mini Cabrio. Al contrario que sus hermanos de gama, al prescindir de asientos traseros logra un volumen envidiable de almacenamiento, 250 litros. Ya que el Mini Coupé Concept incorpora el tren de rodaje de los John Cooper Works se enfatiza su agresiva presencia con unas llantas de 18 pulgadas de nuevo diseño. Me parece un detalle excelente el pintado del interior de los radios en el color de la carrocería.
En el habitáculo no hay grandes cambios, exceptuando la desaparición de la banqueta trasera. Un cuero de máxima calidad recubre los asientos delanteros, con amplios pétalos para sujetar nuestro cuerpo en zonas reviradas. En cuanto al motor, el prototipo emplea el más potente motor de la gama Mini, un 1.6 turbo de 211 CV de potencia. Ya probado en otros modelos, entrega un par máximo de 260 Nm (280 Nm con overboost). Sus prestaciones son superiores a los John Cooper Worlks gracias a un peso inferior.
También lleva el sistema EfficientDynamics para un bajo consumo de combustible, cuya media debería situarse entre los 6 y los 7 l/100 km. Con grandes frenos de disco en las cuatro ruedas, una suspensión de tarado deportivo y un centro de gravedad muy bajoo conducir este coupé debe ser lo más parecido a un kart crecido. Mini no ha anunciado planes de producción por el momento, pero no me extrañaría verlo por las calles en poco tiempo. De momento estará en el Salón de Frankfurt.
A continuación un vídeo y la galería de imágenes.