El Mercedes SLK 250 CDI es la nueva apuesta de la firma de la estrella. Se trata de la primera versión con motor de gasóleo que impulsa a este modelo descapotable. Monta un motor 2.2 CDI de cuatro cilindros de 204 CV, del que se anuncian unos exiguos niveles de consumo y emisiones: 4,9 l/100 km y 128 g/km de CO2.
¿Un sacrilegio? ¿Un modelo deportivo, descapotable y que monta un motor Diesel? Pues así es. El osado fabricante que se ha atrevido con este reto ha sido Mercedes-Benz, que ha sorprendido a propios y extraños con el lanzamiento del nuevo SLK 250 CDI.
No es la primera vez que entre las marcas premium se lanza una versión descapotable biplaza asociada a un propulsor de gasóleo. El Audi TT Roadster 2.0 TDI de 170 CV se presenta como una alternativa a tener en cuenta frente al SLK 250 CDI. No obstante, el modelo de la firma de la estrella presenta muy buenos y variados argumentos.
Bajo su retocada y atractiva carrocería -en cuanto a diseño, esta versión SLK 250 CDI no difiere en prácticamente nada respecto a sus ‘hermanos’ de gasolina-, se esconde una mecánica turbodiesel de cuatro cilindros, 2.143 cm3 y 204 CV de potencia. El par motor anunciado es de 50,98 mkg. En el momento de su lanzamiento, el SLK 250 CDI trasladará toda su fuerza a las ruedas traseras a través del cambio automático 7G-Tronic de siete marchas, aunque a partir del segundo trimestre de 2012 también se podrá combinar con una transmisión manual de seis marchas.
Fruto de la conjunción del motor 2.2 CDI y del cambio automático citado, Mercedes anuncia para el SLK 250 CDI unos exiguos niveles de consumo y emisiones: 4,9 l/100 km y 128 g/km de CO2. La eficiencia no está reñida con las prestaciones y, como prueba de ello, ahí van más datos: una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, una velocidad máxima de 243 km/h y una recuperación de 80 a 120 km/h en 4,3 segundos.
El porqué de la gran relación entre prestaciones y eficiencia del SLK 250 CDI hay que buscarlo en las propias entrañas del motor. En él, cobra vida un sistema de inyección directa common rail de cuarta generación -trabaja a una presión de 2.000 bares- y un turbocompresor de dos etapas. A estos principales elementos mecánicos hay que añadir el sistema start/stop de parada y arranque automático del motor, un dispositivo que se ofrecerá de serie en esta versión de gasóleo.
El SLK 250 CDI también estará disponible con tres versiones del famoso techo variable Sky Magic. Pulsando un botón y en modo no descapotable, el techo de cristal cambiará de oscuro a transparente, a gusto y elección de los dos ocupantes. Por otro lado, también se pueden elegir hasta tres tipos diferentes de suspensiones: la convencional con elementos de acero, otra más deportiva con unos muelles y amortiguadores con un tarado más firme y una suspensión regulable electrónicamente con diferentes reglajes.
El nuevo Mercedes SLK 250 CDI se puede adquirir a partir del 13 septiembre de 2011. El precio de lanzamiento para el mercado alemán se sitúa en los 41.828,50 euros.