Los faros que utilizan tecnología de iluminación LED (diodos emisores de luz) pueden reducir los accidentes de tráfico por falta de visibilidad hasta en un 5 por ciento.
Este dato, facilitado por el fabricante de sistemas de iluminación Hella, forma parte de la estadística que muestra que los sistemas de luz para circular de día favorecen la visibilidad de los vehículos.
Este factor es considerado de gran relevancia en el tráfico rodado, cuando un 90 por ciento de los siniestros que se producen en las carreteras se deben a un fallo humano relacionado, generalmente, con una percepción deficiente al volante y un tiempo de reacción excesivo.
El riesgo de la mala visibilidad ha hecho que la Unión Europea haya considerado prioritaria esta cuestión y obligue, a partir del 7 de febrero del próximo año, a que todos los vehículos nuevos que se matriculen equipen sistemas de iluminación diurna.
Ante esta nueva norma, los fabricantes están montando ya estos sistemas en sus nuevos modelos, utilizando especialmente la tecnología LED (acrónimo del inglés de light-emitting diode), con claras ventajas sobre la tecnología de iluminación convencional.
Una de estas ventajas es la de consumo de carburante, ya que unos faros halógenos generan un consumo de carburante de 0,2 litros cada 100 kilómetros para producir la energía que necesitan, mientras que los faros LED, que consumen un 40 por ciento menos, sólo necesitan 0,12 litros.
También resultan más económicos a lo largo de su extensa vida útil. Mientras la duración de una luz halógena es de un millar de horas, los LED pueden tener una vida útil de hasta 20.000 horas, por lo que es probable que con un uso normal del vehículo estos equipos de iluminación duren tanto como el propio vehículo, lo que supone un sensible ahorro en tiempo y piezas de recambio como lámparas y superficies reflectoras quemadas.