Miedo. Hay tanto miedo en estos momentos en las centrales de los grandes fabricantes que basta la menor queja para lanzar una campaña de revisión preventiva, no vaya a ser que de aquí a cinco años alguien se ponga a buscar en las hemerotecas y se vean en las mismas que Toyota. Mazda ya ha visto lo que puede pasar, y para prevenir males mayores ha optado por instalar un sistema anulador del acelerador que se activará cuando los pedales de freno y gas sean presionados al mismo tiempo. Su implantación será global y tendrá efecto sobre todos los modelos del fabricante, sin que se sepa por el momento cuál será el primero en recibirlo.
Algunas compañías como Nissan ya integran mecanismos parecidos en casi todos los modelos, y parece claro que esta será la tendencia de aquí en adelante, especialmente ahora que en Estados Unidos podría convertirse en requisito la instalación de estos dispositivos en futuros lanzamientos. Queda por ver qué otras medidas terminan adoptándose a causa de la psicosis colectiva despertada por los aceleradores defectuosos y las alfombrillas respingonas de Toyota, pero Honda, Suzuki, Mitsubishi, Subaru y Daihatsu ya están valorando seguir los pasos de la compañía del Zoom-Zoom.
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