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Mientras la marina británica putea a nuestra Guardia Civil y a nuestros pescadores en la bahía de Gibraltar, un grupo de políticos estultos y lameculos, dedican una plaza madrileña a la “Dama de Hierro”, Margaret Thatcher.

Personalmente siento una gran satisfacción cuando una mujer alcanza por sus propios méritos un puesto elevado en la sociedad, y cada vez me asombra más cómo, desde la oscuridad de los tiempos, un mal entendido machismo y prepotente masculinidad, la hayan tenido como continuadora de la especie, poco menos que como esclava y. en muchos países, como bestia de carga.

Margaret Thatcher fue sin duda una de estas mujeres que, por sus propios méritos y una inteligencia excepcional, supo ser dura, valiente y firme, cuando lo requirió la ocasión y, sobre todo, una gran patriota británica.

Mientras leo la noticia en el Evening Standard de hoy 15, mi indignación va creciendo y me pregunto si los promotores de tamaña iniciativa hay leído la historia de agravios y derrotas que, a través de los siglos, nos han causado desastres, hambrunas, y expolios sin cuento, por culpa de Inglaterra.

En mis años de cronista de la Formula 1, fueron muchos los sapos que tuve que tragarme cuando la Armada Invencible y Gibraltar me eran restregados por la cara sin argumentos para defenderme.

Estos políticos que ahora le bailan el agua a la Pérfida Albión, estoy por apostar que ni siquiera saben que su flota destruyó a sangre y fuego la ciudad de Vigo, que aquella taimada reina mal llamada Virgen, otorgó Patente de Corso a un grupo de piratas asesinos para robar a los barcos españoles en el más puro estilo pirata, mientras mantenía un pacto con España.

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Que valiéndose de la debilidad de la monarquía de los Austria que se extinguía, en plena caída de lo que otrora fuera el Imperio español, nos arrebataron Gibraltar en un ominoso tratado.

Que la armada británica, al mando del gran Almirante Nelson, derrotó a una coalición hispano francesa mandada por un francés inepto nombrado por Napoleón, acabó para siempre con la marina española en Trafalgar…

Me parece justo y digno da la Historia de Inglaterra que dedique el mayor monumento inglés al gran marino en la plaza más importante de Londres; Que Churchill sea venerado porque salvó a Inglaterra de la destrucción en la Segunda Guerra Mundial, a Newton, a Fleming, a Shakespeare…

Pero que le dediquemos una plaza de la capital de España a la vencedora de las Malvinas, cuando ni siquiera la tiene en su propio país, me parece vergonzoso.

Paco Costas