El 30 por ciento de la oferta actual del mercado de recambios del sector del automóvil son piezas copiadas de la patente original que no cuentan con la homologación ni la calidad pertinentes para garantizar el funcionamiento óptimo del vehículo y la seguridad en carretera, según datos del proveedor global de productos para la industria del automóvil Hella España.
En un comunicado remitido a los medios, el proveedor señala que el 10 por ciento de los repuestos instalados en los vehículos que se reparan en los talleres españoles son piezas pirata, o imitaciones del componente original, que si bien pueden llegar a comercializarse a la mitad de precio, acaban resultando más gravosos y afectando «gravemente» al bolsillo del automovilista, ya que obligan a realizar más retoques o a reponerlos con mayor frecuencia.
Según Hella, esta competencia desleal daña también a los proveedores oficiales, perjudicando su imagen y contribuyendo a extender la «falsa creencia» de que las piezas de repuesto son de «inferior calidad» cuando, en la mayor parte de los casos, son componentes idénticos a los instalados en su origen.
El proveedor alerta de que los datos revelan que, en su mayoría, estas falsificaciones proceden de países asiáticos como China, Corea o la India, así como de mercados de Europa del Este, Marruecos y Turquía, donde los «falsificadores de piezas» parecen haber encontrado «el caldo de cultivo» para sus reproducciones, lo que hace difícil diferenciar las copias de los originales.
Ojo a los pilotos En la actualidad, las piezas más copiadas son aquellas de mayor rotación y que menor contenido tecnológico requieren en su fabricación, como los pilotos de plástico o radiadores, mientras que los recambios más difíciles de plagiar son aquellos dotados de mayor tecnología, como las centralitas de aire acondicionado o unidades de gestión del vehículo, así como aquellos que deben responder a las especificaciones del fabricante, como los caudalímetros.
Con el objetivo de distinguir claramente ambos productos, Hella ha elaborado un decálogo en el que aconseja a los automovilistas vigilar los pequeños detalles, que son los que determinan el salto cualitativo entre un producto y otro, no dejarse llevar por las apariencias, evitar la tentación de lo barato y tener presente que hay más faros de baja calidad de los que se podría imaginar.
Asimismo Hella resalta la importancia de no olvidar que el control es insuficiente, no arriesgar «inútilmente» la vida, confiar en el I+D de las empresas, cuidar la iluminación del coche, recordar que los faros de menor calidad tienen su «lado oscuro» y prestar atención a los problemas lumínicos del coche.