Los beneficios de BMW se reducen un 90% en 2008

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El presidente del grupo automovilístico alemán BMW, Norbert Reithofer, señaló durante la presentación de los resultados anuales de la compañía, que la estrategia de la empresa se centrará en aumentar su liquidez y su ‘cash flow’ y en mantener su independencia.

La crisis financiera que se desencadenó tras el verano del año pasado arruinó los esfuerzos del Grupo BMW por mejorar su rentabilidad. Finalmente, cerró el ejercicio con un beneficio de 330 millones de euros que supone una caída de 89,5% respecto a los 3.134 millones que obtuvo el año pasado. Al final, el margen de rentabilidad se redujo al 0,62% una cifra muy inferior a la conseguida por su máximo rival Audi, con un 8,1%.

La facturación se redujo un 5% a 53.197 millones de euros mientras que la compañía sólo redujo en un 1,5% sus inversiones que fueron 4.204 millones. La plantilla también disminuyó en 7.500 personas en todo el mundo.

La división de automóviles aportó la mayor rentabilidad, con un beneficio de 690 millones; la de motos fue igualmente rentable aportando 60 millones; en cambio, los servicios financieros acusaron una pérdida de 216 millones debido a provisiones de fondos que se han realizado.

La compañía ha incrementado también su liquidez en un 86,3% hasta los 8.107 millones para poder hacer frente a cualquier contingencia. La ventas por unidades se redujeron un 5,8% en la marca BMW pero crecieron un 4,3% en Mini y un 20% en Rolls Royce. Las de motos se mantuvieron estables (-0,8%).

Economía de guerra

BMW ha optado por una economía de guerra. No renuncia a alguno de los objetivos que se había marcado para 2012, como el alcanzar una rentabilidad de entre un 8% y un 10%, pero de momento su prioridad es la de estar preparada para lo que pueda deparar este año 2009 sobre el que su presidente, Norbert Reithofer, se niega a hacer cualquier tipo de previsiones.

En línea con esta visión, la compañía ha decidido aumentar la liquidez en un 86,3% hasta los 8.107 millones, reducir los activos financieros que, durante el año pasado tuvieron un resultado negativo de 524 millones.

Pero sobre todo, se han hecho provisiones de fondos en la división de servicios financieros, por valor de 1.057 millones de euros destinada a prevenir el riesgo de impagados y, sobre todo, el descenso del valor residual de los coches vendidos en leasing o renting.

De esta cantidad, 363 millones se han destinado a cubrir el riesgo de impagados y 694 millones a compensar la caída de los valores residuales que ha sido especialmente severa en Estados Unidos en donde aproximadamente un 80% de los coches que BMW son a través de este canal.

Además de cubrirse frente a posibles incidencias, la marca alemana ha optado por potenciar otras vías de financiación de las ventas, como las ventas a plazos, que se han incrementado un 14% en el mercado norteamericano. Pero esto no quiere decir que BMW está abandonando las ventas en leasing o en renting, como han hacho algunas marcas. Sus dirigentes siguen creyendo que es un sistema de ventas interesante porque supone la renovación del coche cada tres años por termino medio frente a un periodo de uso de cinco años en los coches comprados.

Además, lo coches que se venden por este sistema van más equipados y la lealtad es mucho más elevada. Por otro lado, para intentar controlar mejor los valores residuales, los hombres de BMW van a intentar mejorar su estructura de venta de coches de segunda mano, claramente menos eficaz que la europea en donde el valor residual se ha logrado mantener.

De cara a este periodo de crisis, BMW ha reducido su plantilla. Ha pactado con los sindicatos una reducción de unos 4.500 puestos de trabajo que han tenido un coste de 455 millones. A esto hay que añadir una media de entre 1.500 y 2.000 operarios que se jubilan anualmente cuyos puestos se cubren sólo parcialmente con aprendices. Además, la compañía dejará de renovar cerca de 10.000 contratos temporales.

Aunque confirmó que habrá bonus –de la misma forma que se va a repartir un dividendo de 0,3 euros por acción frente a los 3,13 del año pasado- éste supondrá una reducción del 40% para los miembros del consejo de dirección, de un 30% para los directores; del 20% para los mandos intermedio y del 10% para los operarios.

Además se está en un proceso de reducción de costes, pactado con los suministradores, que debería permitir ahorrar 4.000 millones hasta 2012. Esto sin contar con los que pueda generar el acuerdo con Daimler AG para establecer un departamento de comprar común. Lo que no se especificó es que porcentaje de piezas y componentes podría ser común en los modelos de ambos fabricantes, competidores directos.

Reithofer defendió la voluntad de BMW de mantenerse independiente. Negó, por tanto, cualquier negociación con PSA Peugeot-Citroën, con la que tiene un acuerdo para el desarrollo y producción de motores de gasolina, y con Daimler, y decidió no hacer precisiones respecto a las conversaciones que había iniciado con el Grupo Fiat. Considera que BMW ya demostró que no es necesario ser grande para sobrevivir a las crisis, algo que está poniéndose especialmente de manifiesto en esta.

En lo que no ha restricción es el desarrollo de nuevos modelos. Los gastos de I+D de mantienen en línea con años anteriores en un 5,4% de la facturación. Durante el presente año, la marca va a introducir en el mercado el nuevo roadster Z4, el Mini Cooper S Cabrio y, a final de año, los novedosos X1 (un pequeño todocamino) y el Serie 5 Gran Turismo, de cinco puertas. Además, a mediados del próximo mes de abril comenzará las entregas de las 500 unidades experimentales Mini E –de eléctrico- en Estados Unidos (California, Nueva York y Nueva Jersey). Más adelante también se suministrarán algunas a usuarios de Berlín y Munich, que podrá tener estos coches en renting durante un año.

Aunque la gran novedad reside en la confirmación del lanzamiento del Mega City, un modelo básicamente ciudadano, que tendrá una versión eléctrica aunque la mayoría llevará motores de combustión interna, respecto al que BMW se plantea si lanzarlo con una nueva marca. Una decisión que se tomará en algún momento entre 2012 y 2014. El coche debería aparecer en el mercado ese último año.

Como la mayoría de sus colegas presidentes de otras marcas, Reithofer está convencido en que los motores de combustión interna tienen todavía mucho futuro por delante aunque haya otras alternativas que deberían ir consolidándose a lo largo de la próxima década. Por eso siguen trabajando por mejorar los motores en búsqueda de menos emisiones, es decir, menor consumo. El año pasado, un 10% de los coches vendidos equipaban los dispositivos Efficient Dynamics que permiten ahorros de combustible. BMW es el fabricante Premium con menores emisiones medias.

El presidente de BMW quiso llamar la atención sobre la distorsión del mercado que pueden suponer ayudas a los fabricantes. Aseguró que BMW no necesita ayudas pero en caso de que el ejemplo del Grupo Volkswagen, que ha pedido un crédito blando para mejorar la liquidez de su banco se generalizara, también lo haría para quedar en desventaja pagando intereses más altos en su refinanciación. Con respecto a su división financiera, está estudiando en darle rango de banco reconocido por los bancos centrales para poder acceder sin problemas a procesos de refinanciación. Enseñanzas de la crisis.