Lo de Volvo ya es preocupante. Una vez más, la marca sueca tendrá que hacer frente a una campaña de revisión, y una vez más, la fuente de sus problemas está en la electrónica de sus vehículos. El fallo, tal y como ha sido reportado por el boletín de alertas de la UE, se encuentra en el módulo de control de la bomba de combustible, que podría no funcionar correctamente «bajo ciertas condiciones» no especificadas. El resultado son dificultades en el encendido y motores que directamente no llegan a arrancar. En algunos casos, podrían calarse al poco de iniciar la marcha.
Las unidades afectadas por este defecto son modelos S80, V70, XC70 y XC60 2008-2010 equipados con el motor T6. Volvo se hará cargo de las reparaciones de forma voluntaria.