La crisis económica ha afectado directamente al segmento automovilístico, de eso no hay duda. El hombre de a pie opta por disminuir su consumo y con esto se incluye a los automóviles, comprando vehículos de menor valor o alargando la vida del actual automóvil. Dado el desequilibrio de la balanza entre oferta y demanda, hay que adoptar medidas para deshacerse del stock existente.
En este punto Lidl, la cadena alemana de supermercados de artículos de bajo coste, parece tener una buena idea. Desde hace tiempo ofrece ofertas temáticas (accesorios para el automóvil, electrodomésticos, herramientras de trabajo y mobiliario para el jardin, etc) con grandes descuentas y durante un determinado espacio de tiempo. Su nueva oferta se sitúa un poco más allá y durante un tiempo, al menos en Alemania, venderán automóviles aunque únicamente a través de su web.
Inicialmente en su sitio web se encuentra el Opel Corsa y el Volkswagen Cross Polo, dos utilitarios disponibles con un descuento de algo más del 25 % con respecto al precio sugerido oficialmente para estos automóviles en el mercado alemán. El Opel Corsa es de tres puertas y equipa un motor 1.1 gasolina de 60 CV, aire acondicionado, llantas de aleación, luces antiniebla, etc. El Volkswagen Cross Polo usa un 1.4 gasolina de 80 CV e incorpora ordenador de a bordo, aire acondicionado, retrovisores eléctricos calefactables, etc.
Lidl comenzará a vender automóviles a bajo precio
El ahorro es considerable, similar al que ofrece por ejemplo Ford con un 25 % de descuento sobre una gama de sus modelos en stock. Ahora bien, ¿las personas confían en la compra elementos de gran valor en un sitio especializado en marcas blancas y en importantes descuentos? Según el director del “Center for Automotive Research” de Gelsenkirchen, conocedor del funcionamiento del mercado, este no es el caso y incluye como ejemplo al supermercado online alemán Quelle que fracasó en su intento de vender coches a través de la red.
“Los clientes quieran comprar los vehículos en el concesionario”. Ver el vehículo, tocarlo, probarlo, tener el contacto directo con los comerciales, etc. Estos valores son los que aportan confianza a la compra. Según mi opinión, dada la evolución del comercio electrónico, la gran cantidad de información al alcance sobre el producto y el hilado cada vez más fino del monedero pueden convertir este canal de compra en una opción real. ¿Creéis que podría funcionar si se realizara en nuestro país?
Para ponerle la nota divertida, el siguiente vídeo os traerá unos minutos de repaso por los productos de Lidl junto a pegadiza canción en alemán. Atención: puede repetirse hasta el infinito en vuestra cabeza.
