Las ventas se redujeron un 37,5%

MADRID.-Al cierre de la segunda decena del mes de septiembre, los directivos de las marcas de automóviles en España se han desayunado con unos datos casi tan malos como los que obtuvieron en el mes anterior.
Si en un mes tradicionalmente malo como agosto la caída de las ventas en los 20 primeros días era un 46%, en septiembre el retroceso es de un 37,5%. De mantenerse hasta fin de mes dejaría el número total de matriculaciones reducidas a 60.500, la peor cifra de los últimos 10 años. Y eso que este año ha habido menos días festivos y, por tanto, los concesionarios han dispuesto de un 10% más de tiempo laborable para vender coches.

Por canales de distribución, porcentualmente, el de las ventas a empresas de alquiler es el más afectado, con una reducción de las ventas del 41%, pero como septiembre es fin de temporada turística, en términos absolutos, el número de coches que se pierden es relativamente bajo.

En cambio sí es preocupante el descenso del 38% en la demanda de los particulares, que en estos primeros 20 días han adquirido 14.000 coches menos que en igual periodo del año pasado. Las ventas a empresas son las que menos descienden, pero aún así lo hacen en un 35%. Por este canal se han dejado de vender 6.000 coches respecto a septiembre de 2007.

Todas las marcas retroceden excepto cuatro, la de bajo precio Dacia, la italiana Lancia, la británica Jaguar y la india Tata.

Difícil mejoría

Las posibilidades de que en la última decena se pueda mejorar el resultado son escasas, puesto que los concesionarios son incapaces de poder asumir nuevas operaciones de kilómetro cero. De todas formas, se prevé que la caída final se quede entre un 30% y un 32%, puesto que hay vehículos vendidos que no figuran todavía como tales. La razón es que los concesionarios retrasan la matriculación de los coche hasta los últimos días del mes para presionar a las marcas y pedirles ayuda para ofertas y promociones, argumentando que han vendido escasas unidades.

Esta práctica, que parece en vías de extinción, dado que las marcas parecen tener ya agotados los recursos para descuentos, es la causa de que algunas de ellas registren actualmente descensos del 50% o más, cuando su evolución de ventas en los ocho primeros meses ha sido menos mala.

De todas formas, desde los concesionarios se reconocen diferencias entre agosto y septiembre. Si hace un mes el tráfico de posibles compradores en las exposiciones era prácticamente nulo, en septiembre está siendo netamente superior, lo que podría indicar que se está próximo a tocar fondo.

Así las cosas, la asociación nacional de fabricantes, Anfac, ya ha anunciado su corrección a la baja, por tercera vez en el año, de su previsión para 2008. La última vez que lo hizo la dejó en una caída del 20% que supondrían 1,3 millones de unidades.

De mantenerse en septiembre la actual caída del mercado, el porcentaje de descenso para el año completo pasaría a ser del 22,45% y las unidades vendidas se quedarían en 1.250.000. Pero Anfac estima que las cosas van a seguir empeorando y que la contracción del mercado en diciembre será del 25%, y que sólo se matricularán 1,2 millones de coches nuevos.

Después del fracaso del Plan Vive (vehículo innovador-vehículo ecológico), se espera una modificación al mismo que lo haga más realista.

El sector criticó desde el principio que para recibir la ayuda prevista, haya que adquirir el coche a crédito, en un momento en que es muy difícil obtenerlo. El martes, el Partido Popular estudiaba presentar un plan alternativo que sería similar al Plan Prever vigente hasta el 31 de diciembre de 2007.

Casi 160.000 unidades menos

La vuelta del verano ha llevado a las fábricas de automóviles a replantearse sus objetivos de producción. Si la grave caída que sufre el mercado español ya tiene mala solución, el empeoramiento de la situación económica en los países a los que se exporta la mayor parte de los vehículos fabricados ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Así, la industria del automóvil ya se ha apretado el cinturón y acabará 2008 reduciendo en un 5,5% su producción. De este modo, se cubriría la fuerte caída de ventas en España, pero hay que tener en cuenta que aún podría reducirse más si la demanda continúa contrayéndose en Europa.

En cualquier caso, los casi 160.000 vehículos que se dejarán de producir equivalen a todo el volumen anual de trabajo de una fábrica pequeña o media grande y, con la excepción de Volkswagen en Navarra, prácticamente ninguna de las plantas instaladas en España se libra de aplicar medidas de emergencia. Entre las más afectadas por la crisis de ventas destaca Nissan en Barcelona. En ella la producción de todoterrenos cayó más de un 22,54% hasta agosto.

Fuente: elmundomotor.com